“Estamos en un estado de sitio. Este modelo de cuarentena sin salida de Alberto Fernández no va más. La economía va a explotar totalmente.” Según pudo reconstruir este diario, ese fue -palabras más, palabras menos- el diagnóstico que planteó el ex presidente Mauricio Macri en un Zoom con la mesa ejecutiva de Juntos por el Cambio. Desde sus vacaciones en Francia -que continúan hasta el mes que viene- Macri acicateó la línea dura en el Congreso para que bloqueen las sesiones virtuales. Solo ante una intervención del presidente del bloque, Cristian Ritondo, Macri reconoció el trabajo del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno se ocupó de plantear su enojo porque incluyeron su firma en el comunicado de la semana pasada sobre la reforma judicial sin consultarlo. Ya tuvo un entredicho por eso mismo con Patricia Bullrich.
Macri hizo un nuevo alto en sus vacaciones, en las que se dedica a jugar al golf, ir a la playa europea y pasear, para volver a participar del Zoom desde el pintoresco pueblo medieval de Ramatuelle, en la Costa Azul. Si bien el expresidente es una suerte de “invitado” en las reuniones -había asegurado que se alejaría del día a día-, ya es la segunda consecutiva de la que participa. Y se metió de lleno a bajar línea sobre empujar para que se terminen las restricciones del aislamiento social obligatorio y se ponga el norte en la economía. En rigor, es algo que Macri ya había manifestado en el reportaje que le hizo Alvaro Vargas Llosa a principios de julio.
La reunión venía de una semana con ánimos caldeados, después de que -tras el anterior encuentro- saliera un comunicado contra la reforma judicial con un tono muy del estilo de Patricia Bullrich (decía que el Gobierno quería otra Corte menemista) y con las firmas de todos. Ese “todos” incluía algunos que no fueron consultados, como el jefe de Gobierno. Que, para colmo, fue el único gobernante en firmar el comunicado, dado que los gobernadores radicales no figuraron. Larreta abandonó el tono calmo que lo caracteriza y, según consignó Infobae, la llamó a Bullrich: “¿Cómo pusiste mi firma?”, le espetó. La presidenta del PRO le contestó con igual tono de enojo y la conversación fue de mal en peor. En el nuevo encuentro de la mesa nacional, en cambio, se mostraron ambos más calmados.
También estuvo presente Martín Lousteau, otro que se mostró muy enojado por que pusieran su nombre en ese comunicado. En la reunión se consensuó que de ahora en más habrá voceros tras los encuentros de Juntos por el Cambio -que seguirán siendo todos los lunes- y que no es bueno que los comunicados los firme un solo gobernante de la oposición. O todos, o ninguno. Lo más probable es que de ahora en más salgan todos los comunicados sin firma. Fue la manera que encontraron de salir de un nuevo entredicho del espacio opositor.