Pese a estar prohibidas las reuniones sociales y familiares en todo el país, en la ciudad no se respetó la medida del gobierno nacional, a la cual adhirió el municipio local.
El domingo por la madrugada, la guardia del comando radioeléctrico recibió varios llamados anónimos para informar que en una casa ubicada en calle Caseros al 1200, se estaría realizando una reunión entre varias personas y, al parecer, provocaron disturbios y escuchaban música a todo volumen.
La policía se acercó a dicho lugar, observaron que había varios vehículos estacionados en cercanías de la casa, al golpear la puerta de ingreso, y después de varios intentos, fueron atendidos y entrevistaron al propietario de la vivienda. Luego, todas las personas que estaban allí debieron retirarse, muchos cubriéndose el rostro para no ser identificados, pero la policía solicitó los datos personales de cada uno y los jóvenes tenían entre 17 y 25 años. Al finalizar el procedimiento, se trasladó a los intervinientes hasta la jefatura local, quedando a disposición de la RPI de turno.
Circulación peligrosa
Otro de los hechos policiales registrados este fin de semana, tiene que ver con la persecución de la policía a un auto marca Peugeot 306 de color blanco que circulaba a alta velocidad por barrio San José, realizando maniobras que ponían en peligro la integridad física de las personas.
Después de una larga persecución por varias calles de la ciudad, el auto se detuvo en una vivienda, constituidos en el lugar, la policía entrevistó a una mujer de 39 años que manifestó ser la madre del conductor del auto de 16 años de edad, con domicilio en zona rural de Santurce. Como el dueño del auto no poseía los papeles correspondientes, explicando que que estaban en trámite, la policía debió secuestrar preventivamente el vehículo y las actuaciones fueron remitidas a la policía municipal de la ciudad.