Ubicado en el norte de la isla de Sumatra, en Indonesia, ha puesto en alerta a toda la población. Todavía no se registran heridos o víctimas mortales.
Según los primeros reportes del Centro de Mitigación de Riesgos Geológicos y Vulcanología de Indonesia, los restos volcánicos han llegado hasta los 5 mil metros, y, por el momento, no hay constancia de víctimas mortales o heridos.
Las autoridades recomiendan alejarse un mínimo de cinco kilómetros del volcán, ante el peligro de erupción, por lo que unas 30 mil personas han tenido que abandonar sus hogares.
El volcán es uno de los dos que actualmente están activos en Indonesia: en 2010 tuvo una erupción que le costó la vida a dos personas, y en 2014, otra dejó el saldo de 2016 muertos. Mientras que la última erupción de 2016 se cobró la vida de siete víctimas.
El archipiélago indonesio se asienta dentro del denominado “Anillo de Fuego” del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica con 127 volcanes activos y que es sacudida por miles de temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.