Autoconvocados de las dos orillas cortaron la circulación del puente Rosario-Victoria.
500 kilómetros cuadrados de quema en seis meses, un ecocidio en marcha que sólo puede detenerse con el pueblo en las calles para exigir a los gobiernos de turno, y a los que están por venir, que se garantice el derecho humano a la vida, ese que se viola con cada centímetro del humedal que muere entre las llamas.
La circulación de ambas manos del puente Rosario-Victoria, que conecta las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, quedó cortada durante cuatro horas el sábado del lado de Rosario.
Al menos tres mil personas reclamaron al Estado que oiga el grito que reclama una ley nacional para la protección de los humedales y que se ponga fin al asesinato de la madre naturaleza.
El próximo 16 de agosto se realizará un corte del río Paraná con una caravana náutica que unirá la orilla de la Rambla Catalunya con las islas.
Productores y baqueanos pidieron que no se los acuse
En la orilla entrerriana del Puente Rosario Victoria a caballo, en chatas y con banderas de Argentina flameando en el viento. Con barbijo, boina o sombrero, y poncho o campera inflable tipo Uniqlo. Al costado de la ruta y sin impedir el tránsito ni por un minuto. Así protestaron unos 200 productores agropecuarios, a metros del peaje del lado entrerriano del Puente Rosario-Victoria. La movilización fue en contra de las imputaciones de la Justicia Federal, que acusó a siete propietarios de ser los responsables de las quemas en los humedales del río Paraná. También emitieron un comunicado en el que denunciaron que los incendios son un ecocidio que los perjudica.
El vocero de la protesta fue Enzo Vignale, uno de los imputados en la causa que ya esta semana había hablado en distintos medios de comunicación despegándose de los incendios. “Estamos acá por la quema intencional en las islas. No sabemos quiénes son los responsables y encima nos acusan a nosotros”, dijo.