En medio de la pandemia de coronavirus que provocó casi 19 millones y medio de casos en el mundo -según cifras de la Universidad Johns Hopkins- Italia trajo al presente una antigua tradición para vender comidas y bebidas sin tener contacto con los clientes y respetando así las recomendaciones sanitarias de distancia social.
Comerciantes y hoteleros de la región de Toscana, en el centro de Italia, decidieron retomar las ventas al público a través de pequeñas ventanas colocadas en las paredes de sus locales.
La modalidad no es una novedad: se trata de las “Buchette del vino” que se utilizaban en tiempos de la peste bubónica para reducir el riesgo de contagios.
Fue así como rescatando la idea milenaria, las también denominadas “ventanas del vino” volvieron a ponerse de moda en Italia, según informa la web de la Asociación Cultural de Buchette del Vino.
Allí explican que la modalidad data del año 1634 cuando los vendedores entregaban las botellas de vino a sus clientes a trabes de las ventanas. Tampoco recibían el pago en las manos sino que el dinero debía colocarse en una caja donde las monedas de la época eran desinfectadas con vinagre.
Hoy en día, muchas de estas aberturas con puerta en medio de las paredes pueden observarse en las calles de Florencia, donde funcionaban como un atractivo turístico hasta la llegada de la pandemia de coronavirus.