Carlos Villagrán logró una popularidad internacional como Quico, el hijo de Doña Florinda (Florinda Meza) en El Chavo del 8. El actor mexicano fue parte de uno de los grandes éxitos de la televisión. Un ciclo que aún sigue despertando carcajadas en grandes y chicos.
Sin embargo, no todo fue fácil para el humorista después de haber finalizado su participación en el programa, en 1979. Según contó en un medio azteca, después de quedar desvinculado al elenco, se le hizo muy difícil volver a actuar en los medios tras una tensa reunión con el dueño de Televisa, el canal histórico por el cual pasaban el ciclo.
Villagrán sostuvo que, después de una gira por Chile, nacieron ciertas tensiones con Roberto Gómez Bolaños, el creador de El Chavo del 8. “A mí me sacaron del programa porque Quico le ganó en popularidad al Chavo. Mi personaje llamaba mucho la atención. Por celos profesionales de Bolaños me retiraron del elenco”, explicó el artista.
Tras su salida, el humorista mantuvo un encuentro con Emilio Azcárraga, propietario de Televisa. “Después de eso tuve una reunión con Emilio Azcárraga, el dueño de Televisa. Él me ofreció hacer un ciclo nuevo, pero con la supervisión de Chespirito. En ese momento, algo no me cerró. Sentí que lo que Bolaños quería hacer era acabar con Quico”, contó.
El comediante recordó que, en los pocos minutos que duró la charla, no lograron llegar a un acuerdo. “¿Querés aceptar? ¿Sí o no?”, dice que fue lo que le preguntó, sin demasiados preámbulos. “Le respondí que había diferencias con Chespirito”, precisó Villagrán. “Repitió: ‘¿sí o no?’. Le dije que no y me fui de ahí. Descubrí lo que era el amor propio. Ese fue un acto de amor propio“, rememoró.
Desde ese momento, su carrera profesional sufrió un duro golpe. “Azcárraga envió mensajes a todas las cadenas del mundo a las que llegaban telenovelas de su señal. Los amenazó con dejar de enviar esas ficciones. Y me quedé sin trabajo. Estuve vetado 20 años”, afirmó.
Pese a ese traspié, finalmente regresó a la TV en una cadena venezolana, en 1987. “En solidaridad conmigo, años más tarde, Ramón Valdés dejó El Chavo. Él era un gran amigo. Juntos hicimos un programa en Caracas, que se llamó Federrico. Y luego me convocaron para hacer ¡Ah, qué Kiko!, también en ese país. Estuve ocho años en Venezuela y en otros países haciendo giras”, concluyó.