Con el inicio del aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) dispuesto en marzo de este año se disparó el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas. Por mencionar un ejemplo, solo en la primera semana de cuarentena el uso de aplicaciones móviles, websites de juegos y experiencias educativas para niños se incrementó un 70% en la Argentina .
Además, según datos de Unicef, los chicos acceden a internet a edades cada vez más tempranas. En algunos países, los menores de 15 años tienen la misma probabilidad de usar internet que los adultos mayores de 25 años. Por último, un nuevo estudio desarrollado por la compañía global de ciberseguridad Kaspersky, en conjunto con la consultora de estudios de mercado Corpa, señala que uno de cada 10 niños latinoamericanos pasa al menos tres horas diarias jugando en línea, siendo los argentinos (24%) quienes llevan la delantera.
Frente a este panorama, los padres pueden utilizar software de control parental para seguir de cerca lo que hacen sus hijos con el smartphone, la tableta o la PC y, así, evitar que los menores accedan a contenido inadecuado, que conversen con personas desconocidas y,sobre todo, que limiten el tiempo de uso de los dispositivos para que no interfiera con otras tareas ni monopolice el tiempo de esparcimiento.
Microsoft Family Safety
Actualmente existen numerosas soluciones de control parental. Desde fines de julio está disponible la aplicación Microsoft Family Safety en Argentina, que está diseñada para crear hábitos digitales más sanos para niños, niñas y adolescentes. Entre otras funciones, ofrece un informe semanal a través de correo electrónico sobre las actividades de los menores, restringe el tiempo en pantalla, establece límites con los filtros web y evita que se realicen compras online sin permiso.
La mayor ventaja que ofrece respecto de otras plataformas es que está disponilbe para PC con Windows 10, Xbox, Android y iOS, por lo que es posible centralizar en una sola herrameinta el tiempo de uso de aplicaciones y el derrotero digital de los integrantes de la familia. También permite gestionar el dinero disponible para compra de aplicaciones y usarlo para ubicar los dispositivos (y sus usuarios) en forma remota, para cuando en la pospandemia los chicos salgan a la calle.
Para lograrlo hay que sumar a los integrantes de la familia en el sitio oficial (cada uno con su cuenta de Microsoft) y luego activar su uso en la PC o descargar la app para Android y para iOS.
Family Safety no tiene costo.
Google Family Link
Por un lado, Google cuenta con la herramienta Family Link, que está pensada para establecer hábitos tecnológicos saludables en los chicos que usan dispositivos móviles. Como otros controles parentales, permite monitorear la actividad que realizan los chicos online. También envía al adulto notificaciones para que éste apruebe o bloquee las apps que sus chicos intentan descargar desde el Play Store. Incluso, sirve para administrar las compras directas desde apps y ocultar apps específicas en sus dispositivos.
Una de las particularidades de esta solución es que muestra aplicaciones móviles recomendadas por profesores para agregar directamente a los dispositivos. Además, permite establecer límites de tiempo y una hora de dormir en los equipos. Family Link también bloquea los dispositivos de forma remota cuando el adulto considere que el pequeño debe tomar un descanso en relación al uso de las pantallas. Por último, muestra dónde se encuentran los niños (al igual que la solución de Microsoft, pensando en un tiempo sin cuarentena).
Para ejecutar estos controles, tanto los padres como los hijos deben descargar en sus teléfonos la app, que está disponible en dispositivos Android como en iOS. Family Link no tiene costo. Sólo funciona con cuentas que sean @gmail.com o educativas, pero no comerciales o creadas con Google Domains.
Por otra parte, la misma empresa ofrece YouTube Kids, orientado a que los menores de 13 años accedan a contenidos infantiles en un entorno más seguro tanto desde la computadora como desde el móvil. Además, esta plataforma cuenta con un conjunto de controles parentales para personalizar la experiencia individual de los más pequeños. Por ejemplo, se puede decidir qué contenido mirarán, configurar un temporizador para controlar el tiempo de uso, bloquear videos o canales, y mucho más. Incluso existen tres niveles: “Preescolares” (hasta 4 años), “Niños pequeños” (5 a 7 años) y “Niños más grandes” (8 a 12 años).
Como siempre, YouTube cuenta con herramientas de seguridad como la posibilidad de habilitar el modo restringido en todas las páginas de YouTube y bloquear resultados explícitos en Google con SafeSearch.
Kaspersky Safe Kids
La propuesta Kaspersky Safe Kids puede instalarse en las computadoras o dispositivos móviles de los menores para configurar un límite de tiempo en pantalla para ellos. Para administrar entre distintas opciones, el adulto debe ingresar a su cuenta de My Kaspersky en la computadora, o desde la aplicación Kaspersky Safe Kids en su teléfono. Después de crear una cuenta para cada niño, la tiene que vincular con todos sus dispositivos.
Entre otros detalles, esta herramienta le permite al adulto programar el horario en que su hijo tiene permitido usar los equipos, y sirve para bloquear contenido inapropiado.
Kaspersky Safe Kids cuenta con una versión gratuita que permite acceder a las funciones recién detallas, mientras que si se accede a la versión Premium, cuyo costo es de 1099 pesos al año, permite revisar el historial de búsqueda de YouTube de los hijos, localizarlos en un mapa, averiguar si sus dispositivos tienen poca batería, supervisar su actividad pública en Facebook, obtener notificaciones en tiempo real de lo que están haciendo y ver informes exhaustivos sobre sus hábitos en línea.
Recomendaciones generales
Además de valerse de los controles parentales, se aconseja a los mayores conversar con sus hijos acerca de los potenciales peligros en línea, y participar en las actividades de los hijos en línea desde una edad temprana como “mentor”. Asimismo, es importante a hablar con ellos acerca de su experiencia online y, en particular, de cualquier cosa que los haga sentir incómodos o amenazados como acoso, sexting y grooming.
En general, todos los expertos coinciden en que es preferible que los chicos incorporen estas prácticas saludables para limitar el tiempo que pasan frente a la pantalla, o que entiendan por qué los padres les piden hacerlo, antes que una imposición sin explicación ni contexto.
