37 años atrás, a las 16:30 de una tarde gris, el símbolo más importante de la ciudad de Santa Fe, no soportaba más el embate del agua y se desplomaba la mitad de su estructura.
La crecida del río se llevaba consigo años de historia y parte del icono que supo unir, entre sus orillas, las anécdotas de miles de santafesinos que, con un nudo en la garganta, recibían asombrados la triste noticia.
Parte de la estructura que se derrumbó aquella tarde, estuvo casi dos décadas en el lecho de la laguna Setúbal, hasta que se decidió su reconstrucción.
En el año 2002 el nuevo puente fue habilitado al tránsito y la ciudad recobró su símbolo más representativo.El 28 de noviembre de 2012, se sanciona la Ley Provincial Nº 13.308 que lo declara Patrimonio Cultural Provincial.
El 25 de septiembre, según el Decreto 1669/2014, se lo declara Monumento Histórico Nacional.