El jugador sabalero mantiene negociaciones con la dirigencia para extender su contrato que finaliza en junio del año que viene.
La renovación del contrato de Tomás Chancalay, quien tiene vínculo hasta el 30 de junio de 2021, es el gran desvelo de la dirigencia de Colón, ya que las partes están lejos en el aspecto económico y en el club de Santa Fe tienen la amarga experiencia de jugadores que se fueron en condición de libres, como Gerónimo Poblete o Brian Galván.
Por reglamento, Chancalay estaría en condiciones de firmar en cualquier club como libre a partir del 1 de enero de 2021, es decir dentro de tres meses, aunque debería estar en Colón hasta el cumplimiento de su contrato.
El aspecto económico es determinante, ya que las partes están muy lejos de llegar a un punto de acuerdo entre lo que pretende el jugador nacido en Viale y lo que aspira a pagar el club que preside José Vignatti.
Una de las alternativas que se mencionan para destrabar la situación es la firma de un nuevo contrato pero con la salida a préstamo del mediocampista a una institución que esté en condiciones de pagar el salario que Colón considera fuera de sus posibilidades.
Chancalay, genuino producto de las inferiores “sabaleras”, es una de las esperanzas del club tanto para aportar su calidad al equipo como para un futuro ingreso por una venta.
En Colón tuvieron en los últimos tiempos las problemáticas salidas de Poblete (libre, al Metz de Francia) y de Galván (también libre, al Colorado Rapids, de Estados Unidos), por lo que arreglar con Chancalay es una cuestión de máxima prioridad.
Sin embargo, el acuerdo parece lejano y en las últimas semanas se mencionaron posibles destinos, como River Plate y América de México.
De todas maneras, lo único concreto parece ser el interés de Talleres de Córdoba, cuyo presidente, Andrés Fassi, también maneja el fútbol del Pachuca mexicano, otro de las instituciones que apuntaron a Chancalay como refuerzo.