Ante los rumores que circularon a través de las redes sociales sobre un “corralito” en los bancos, la entidad mostró preocupación y desmintió las versiones.
El Banco Central aseguró este miércoles que el sistema financiero funciona “con normalidad”, y puntualizó que los ahorristas tienen “libre disponibilidad” de sus depósitos en la moneda extranjera que hayan realizado en sus bancos.
Fuentes del Banco Central expresaron su “preocupación por la circulación de rumores por las redes sociales, destinados a generar incertidumbre en los usuarios de servicios financieros sobre la disponibilidad de sus ahorros”.
En ese sentido, remarcaron que en los bancos “está garantizado el normal funcionamiento del sistema financiero y la libre disponibilidad de los depósitos en las monedas en las que fueron efectuados”.
Los bancos “funcionan con normalidad dentro de las restricciones del Aislamiento y el Distanciamiento Social Preventivo Obligatorio, según las normas emitidas por Poder Ejecutivo”, precisaron.
A raíz del anuncio del Banco Central sobre las nuevas medidas para la compra de moneda extranjera, las entidades bancarias aún no abrieron la compra y venta de dólares a través de sus plataformas de homebanking, la púnica vía posible para llevar a cabo la operación.
En este marco, el presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Claudio Cesario, aseguró que las entidades bancarias trabajan para normalizar la compra de dólar por Internet en octubre, tras habilitar un sistema que les permita cumplir con la normativa dictada por el Banco Central para acceder a operaciones de cambio.
Ante este escenario, en las redes sociales como Twitter fue tendencia el hashtag #corralito y se mantuvo durante la jornada del martes en el puesto número uno de Argentina. Allí, los usuarios manifestaron sus preocupaciones al no poder operar con los dólares y remitieron a lo sucedido durante la crisis de 2001.
El 3 de diciembre de ese año, el gobierno de Fernando de la Rúa impuso la restricción del retiro de moneda extranjera de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorro. La medida se prolongó hasta el año siguiente y puso en jaque la economía del país.