El gabinete económico comenzó hoy a analizar una redefinición del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) como parte del desafío de volver a generar un mercado formal de trabajo, para lo cual se inició la caracterización de la población laboralmente activa dentro de los sectores más vulnerables.
Así se avanzó en el encuentro que encabezó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en el que también se confirmó que 600.000 titulares de planes sociales pasarán a cobrar sus beneficios en cajas de ahorro que estarán a su nombre, a través del Banco Nación.
En la actualidad, unas 9 millones de personas reciben desde comienzos del aislamiento social por la pandemia de coronavirus la ayuda de $ 10.000 del IFE y la reconversión de ese beneficio es una posibilidad que refleja la necesidad de plantear el escenario de pospandemia El análisis que se hace desde el Gobierno es que buena parte de ese universo de trabajadores informales o desempleados hoy alcanzados por el IFE se quedaría sin ingresos cuando concluya la asistencia por la emergencia sanitaria.
La continuidad del IFE podría tomar características similares al plan «Potenciar trabajo», que lanzó hace pocas semanas el Ministerio de Desarrollo Social y que permitiría vincular el beneficio a un desempeño de tareas, como las vinculadas a mejorar las condiciones edilicias de comedores comunitarios, la urbanización de barrios y a la producción de la economía popular..
Del encuentro participaron los ministros de Trabajo, Claudio Moroni; de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; los titulares de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; del Banco Central, Miguel Pesce, y de la Anses, Fernanda Raverta. Al término de la habitual reunión de gabinete económico en Casa de Gobierno, Raverta señaló que si bien aún no finalizó el cronograma de pagos del tercer IFE, el impacto del mismo se puede ver «en los comercios de proximidad, en la economía local y en el consumo de las familias».
También destacó la importancia de haber caracterizado a los sectores más vulnerables del sistema de trabajo formal como los chicos de 18 a 24 años, los mayores de cincuenta, y las mujeres. «Nuestro desafío es volver a poner la Argentina en marcha, y eso se logra con un mercado laboral que incorpore a los argentinos y argentinas a la población económicamente activa», expresó la funcionaria a la prensa.
Raverta enmarcó en ese contexto la decisión del Gobierno de «comenzar a evaluar la reconversión» del Ingreso Familiar de Emergencia y avanzar en «un proceso en el cual hoy se inició una caracterización de la población» laboralmente activa. «Empezamos hoy por caracterizar la situación social que estaban viviendo los argentinos, desarrollamos la posibilitad de tener muy claras características de la población de chicos de 18 a 24 años, de quienes tienen mas de 50 años y no están incorporados a la población de trabajo y en la población de mujeres», detalló Raverta.
En ese sentido, destacó que tras la decisión del presidente Alberto Fernández de «volver a poner a la Argentina en marcha a través del trabajo, la producción el salario y el consumo» el desafío hacia adelante «es volver a generar un mercado formal de trabajo que incorpore a la enorme cantidad de argentinos a la pocblacion económicamente activa».
Por su parte, Arroyo destacó la decisión del Gobierno de incorporar un cambio en las cuentas del Banco Nación para las personas con planes, que son casi 600.000, que vienen cobrando con las tarjetas de la entidad, pero cuyas cuentas estaban a nombre del ministerio y no de las personas. «Ahora van a pasar a tener una caja de ahorro a su nombre, lo que les permitirá aumentar ingresos» explicó el ministro de Desarrollo Social.
De está manera, «si alguien tiene un plan social y además hace changas y le pagan con un cheque, lo puede depositar en la cuenta o si lo contratan para una tarea particular, le pueden transferir directamente a su cuenta», agregó. Precisamente, el Plan Potenciar Trabajo fue uno de los puntos importantes de la reunión del gabinete económico.
Al respecto, Arroyo explicó que se puso en marcha el plan que, básicamente, apunta a la mano de obra intensiva en cinco sectores: construcción; producción de alimentos; textil; la economía del cuidado que son las personas que cuidan a otras personas; y reciclado. «En esos cinco sectores productivos vinculamos el plan social con el trabajo», detalló al agregar que se apunta a crear 300.000 puestos de trabajo mediante las diferentes herramientas del plan.