Medio año le llevó a un grupo de ingenieros rosarinos transformar un sueño en una realidad 100% palpable. Seis meses en los que de lo único que habla el mundo es de un virus que saturó los sistemas de salud de las principales capitales occidentales y que hoy tiene al límite a los efectores de todo el país. Frente a esa amenaza, este miércoles se conoció una gran noticia. Un respiro, como les gusta decir a los jóvenes que desarrollaron un modelo de respiradores artificiales de bajo costo que ya cuenta con la aprobación oficial para iniciar su producción en serie.
“Respiradores no van a faltar”, dice Simón Carpman, socio de la firma Inventu, que motorizó el proyecto desde antes que el presidente Alberto Fernández decretara la cuarentena. Eran los primeros días de marzo y llevó su idea al rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, quien no dudó en aportar el capital inicial para el primer prototipo. En menos de un mes lograron armarlo y llevarlo a una presentación pública que encabezó el gobernador Omar Perotti.
Este miércoles los ingenieros egresados de la UNR celebraron que a primera hora la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) les otorgó la habilitación oficial. Se trata del paso necesario para iniciar la producción en serie de los dispositivos, que será realizada en una fábrica de Hurlingham (provincia de Buenos Aires). La fabricación y distribución comercial quedará a cargo de Goldmund SA (Peabody), firma con la que Inventu y la UNR rubricaron un convenio en junio pasado.
Según comentaron Carpman y Bartolacci en rueda de prensa, en los próximos días serán fabricadas las primeras 50 unidades, que se donarán a la Intendencia de Rosario y el Gobierno de Santa Fe, para la atención de la emergencia. Luego, según había descripto oportunamente el titular de Goldmun SA Dante Choi habrá una prioridad para el mercado nacional, aunque también tienen en carpeta vender el producto al exterior.
Vale destacar que, amén de la autorización oficial, el modelo de respiradores ya había sido probado con éxito en la provincia de Corrientes. Allí, el gobernador Gustavo Valdez adaptó la normativa local y generó una producción de 100 unidades. Ese distrito no fue el único interesado: lo propio hizo el gobernador jujeño Gerardo Morales
