De cara al plebiscito del próximo 25 de octubre, donde Chile decidirá si avanza en la reforma de la Constitución heredada de Pinochet, un spot por el rechazo menciona a Argentina y la expone como “mal ejemplo”. En el video que se viralizó en redes sociales, una pareja de turistas chilenos escucha asombrada a un taxista porteño que asegura: “Ustedes siempre estuvieron mejor que nosotros”. Recomienda que no se parezcan a Argentina y les pide que “no vayan a retroceder”. Lo que el spot no aclara es que, para comparar las mediciones de pobreza de ambos países, se consideran dos metodologías diferentes.
El spot forma parte de la campaña por el rechazo de la reforma constitucional, una campaña que engloba a los sectores más reaccionarios y conservadores del país, y que a esta altura parece testimonial: la última encuesta nacional publicada el 28 de agosto le otorgaba un 78 por ciento a la opción del “apruebo”. El particular video fue compartido por primera vez por Luciano Cruz-Coke, un actor de telenovelas devenido senador de Evópoli, espacio aliado al presidente Sebastián Piñera que se presenta como una versión joven y fresca de la derecha local.
Una pareja se sube a un taxi y pide ir hasta el Obelisco, en pleno centro porteño. El taxista reconoce el acento y pregunta si son chilenos. Enseguida comenta: “Cómo avanzaron últimamente. Está lindo todo por allá. O estaba”. Uno de los pasajeros le responde al taxista que “después del estallido” las cosas cambiaron, en referencia a las masivas protestas que a partir de octubre de 2019 se multiplicaron en el país exigiendo profundas reformas políticas, sociales y económicas. Así se inicia la propaganda de la campaña por el rechazo del plebiscito constitucional en Chile.
“Acá no se entiende qué paso, eran el mejor país de América latina. Para mí ustedes siempre estuvieron mejor que nosotros”, continúa el caracterizado como taxista argentino. Pasa entonces a enumerar los males de Argentina de los últimos tiempos: “Ustedes no pasaron hambre, no tuvieron cinco presidentes en una semana, la inflación… ¿Cuánto? ¿Tres, cuatro por ciento anual? Nosotros cincuenta por ciento en un año”. Los pasajeros chilenos se miran sorprendidos. “Cuídense, no vayan a retroceder, vuelvan a ser los chilenitos que eran, carajo, vamos, vamos”, finaliza el speech del taxista.
Mientras el vehículo continúa su viaje por las calles del centro de Buenos Aires, una voz en off surge a modo de remate, como para que no queden dudas: “En los últimos 30 años mientras en la Argentina la pobreza superaba el 40 por ciento y el desempleo llegaba al 50 por ciento, en Chile redujimos la pobreza al 8 por ciento y el desempleo se estancó por décadas en un dígito. Nos queda mucho por mejorar pero no podemos retroceder todo lo que juntos hemos avanzado. Para cambiar Chile yo voto rechazo”. Lo cierto es que, más allá de que las cifras sean bastante engañosas, Argentina tiene la “vara de pobreza más exigente de la región”, tal como asegurara un año atrás el doctor en sociología Daniel Schteingart en un extenso hilo de Twitter. Es decir, el mismo índice se mide a partir de distintas metodologías.
El spot de rechazo al plebiscito fue difundido en la cuenta de Twitter de Luciano Cruz-Coke, exministro de Cultura de Sebastián Piñera que luego pasó a formar parte de Evópoli. Actualmente ocupa una banca de diputado en este espacio joven de la derecha local con algunos tintes progresistas, como su postura a favor del aborto. Sin embargo, Evópoli no pierde la brújula: son grandes aliados de Piñera. A tal punto llegó la militancia oficialista del partido que a principios de julio rechazó el retiro del diez por ciento de los fondos de pensiones, luego de que la iniciativa fuera aprobada por el Congreso. A fines de agosto, Cruz-Coke confirmó que su espacio político abandonaba el “apruebo” como postura oficial de cara al plebiscito de octubre, dejando en libertad de acción a sus dirigentes y militantes.
El plebiscito constitucional había sido convocado inicialmente para abril, pero la llegada de la pandemia de coronavirus llevó a que la fecha deba correrse para fines de octubre. Durante el referéndum, los ciudadanos tendrán dos cédulas para marcar sus preferencias. La primera indagará: “¿Quiere usted una Nueva Constitución?”, y deberán responder: “apruebo” o “rechazo”. La segunda consultará qué tipo de órgano debería redactar la nueva Constitución y las opciones serán: “convención mixta”, integrada por miembros elegidos por la ciudadanía y parlamentarios en ejercicio; o “convención constituyente”, integrada exclusivamente por miembros elegidos por el voto popular.
Quienes se manifiestan a favor de una nueva Constitución defienden al plebiscito como una vía necesaria para implementar nuevas políticas públicas que permitan una mayor participación a sectores de la población históricamente excluidos. Los defensores del rechazo, en cambio, entienden que modificar la Constitución podría traer consecuencias negativas para la nación. Entre esos sectores se encuentran los ideólogos del video difundido en las últimas horas, un manotazo de ahogado en una campaña que a esta altura parece definida.