A pesar de que las precipitaciones no llegaron a ser abundantes fueron ‘oportunas’ para cortar las pérdidas del primero y porque ‘alcanzan’ para iniciar la siembra del segundo.
Pese a que el milimetraje parece bajo, según los expertos se trata de una lluvia “oportuna” que frena el deterioro que estaba mostrando el trigo, con más de un millón de hectáreas con una condición entre regular y mala.
“Son 15-20 milímetros que se necesitaban de manera urgente, fue una lluvia sumamente oportuna porque veníamos hablando de pérdidas muy importantes”, señaló Cristian Russo, de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Las precipitaciones, en rigor, no solo sirven para el trigo, sino que ayudan para recargar de humedad el suelo de cara al inicio de la siembra de maíz. “Es un alivio muy importante”, precisó el experto de la Bolsa rosarina.
Desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires también hicieron un análisis sobre las precipitaciones registradas. Lo realizó Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la entidad. “Estas lluvias frenan el deterioro del trigo en regiones que concentran poco menos del 30% de su área sembrada a nivel nacional. También suman un importante volumen de agua no solo en un momento clave de los cereales de invierno, que comienzan a transitar a partir de ahora etapas reproductivas castigados por heladas y sequía”, precisó.
En la zona de Fuentes y la región, en el sur de Santa Fe, el trigo venía golpeado por la falta de lluvias. Ahora se registraron unos 25 mm. “Le viene bárbaro, por lo menos ahora ya sabemos que no se va a perder por completo el cultivo, si bien los potenciales no se van a alcanzar”, dijo Alejandro Griorgi, técnico. Estiman allí una pérdida ya de 10 a 15 quintales para el cereal.
“La siembra de maíz puede llegar a realizarse con este milimetraje, aunque no sé si los productores se van a animar porque va a haber humedad solo para la siembra y no para los próximos desarrollos”, agregó.
Más allá del promedio de 15 a 20 mm en la región núcleo, hubo lugares por encima de esos registros, como 46 mm en Justiniano Posse, 30 mm en Isla Verde, 26 mm en Monte Buey, 32 mm en Villa María, 35 mm en Idiazábal, entre otras localidades.
Copati añadió que, además, las precipitaciones representan “la recuperación de humedad superficial al comienzo de la ventana de siembra de maíz temprano en una de las regiones donde más maíz temprano se siembra de toda nuestra región agrícola”.