Un hombre lamentó que su matrimonio terminara debido a la fama que logró por su creación monstruosa, que se volvió viral en enero de este año.
Los problemas que enfrentaba Europa en enero eran muy diferentes al panorama actual. Por ejemplo, la mayor polémica era que un hombre en Suecia había desafiado los estándares y buenas costumbres de la gastronomía italiana al ponerle kiwi a sus pizzas. Ocho meses más tarde, una pandemia sacude al mundo y en el universo de ese audaz maestro pizzero se sumó otra preocupación: su mujer le pidió el divorcio.
Stellan Johansson recibió para Navidad 15 kilos de los mejores kiwis que su hermano y su cuñada habían cosechado en su finca del sur de Suecia. Antes de que se pusieran feos, lo que sería una tragedia, el hombre decidió usarlos en todo, hasta en la pizza que comercializa en su pizzería de la localidad de Skottorp, informó el sitio DPA en febrero.
Orgulloso de su ingenio, Stellan subió las fotos de su pizza de kiwi a Facebook y la novedad se volvió viral. Eso sí: cuando cruzó el continente hasta llegar a Italia se armó la gorda. “Recibí una tonelada de mails en los que me dijeron que me querían matar porque estaba destruyendo su cultura gastronómica”, aseguró el hombre.
La presión por la fama viral fue más nociva para Stellan que el mismísimo aislamiento social por la pandemia que desembarcó en enero en Europa. “El mundo se confinó y me divorcié. La pizza no causó el coronavirus, aunque me hayan acusado de ello, pero creo que sí contribuyó a mi divorcio”, expresó el hombre según el sitio británico Unilad.
Stellan también le confesó al sitio que quizás su matrimonio no iba tan bien antes del boom de la pizza de kiwi, y que la fama viral puede haber enojado el doble a su ya iracunda esposa, que no podía entender su fascinación por ponerle kiwi a la pizza, o a cualquier plato que no sea una ensalada de frutas.