Microsoft sacó en julio a la superficie su centro de datos que se encontraba sumergido desde hacía dos años en el mar de las islas Orkney, en Escocia, y ha afirmado que en este tiempo tan solo ha fallado una octava parte que uno en tierra.
El miembro principal del personal técnico del grupo de Investigación de Proyectos Especiales de Microsoft, Spencer Fowers, ha afirmado en un vídeo publicado por la compañía que hasta ahora, el centro de datos submarino “cuenta con un octavo de la tasa de fallos” que el que tienen en tierra. Fowers ha afirmado que ambos centros de datos usan los mismos componentes.
El centro de datos submarino es parte del Proyecto Natick, y se encontraba a 35 metros de profundidad bajo el mar de Escocia desde junio de 2018.
El equipo de investigación planteó la hipótesis de que un contenedor sellado en el fondo del mar podría ofrecer formas de mejorar la fiabilidad general de los centro de datos.
Resguardarlo de los elementos
Los centros de datos que se encuentran en tierra sufren la corrosión causada por el oxígeno y la humedad, las fluctuaciones de temperatura y los golpes y empujones de las personas que reemplazan los componentes rotos. Todo esto puede contribuir a fallos del equipo.
Sin embargo, este centro de datos submarino ha confirmado su hipótesis, ya que comparado con los centros de datos en tierra, los que se encuentran en el fondo del mar requieren menos mantenimiento y consumo de recursos.
Ahora la compañía busca demostrar que los centros de datos submarinos pueden recuperarse de forma sencilla, así como reciclarse o cambiarse por unos nuevos cuando acabe su vida útil, según ha explicado Fowers.