Durante su exposición ante la Asamblea General, Vladimir Putin, ofreció la Sputnik V gratis a los trabajadores de Naciones Unidas y su suministro a otros países.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se refirió de la vacuna contra el coronavirus que desarrolla su país, Sputnik V, durante su participación remota en la 75 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) y la ofreció de manera gratuita a la Organización con el objetivo de proteger a todos sus empleados.
Durante su mensaje en video, Vladimir Putin agregó que Rusia se encuentra abierta a suministrar a otros países la vacuna contra el coronavirus que, según destacó, demostró ser “segura” y “efectiva”.
En ese sentido, el primera mandatario de Rusia insistió en que los ciudadanos de todo el mundo deberían acceder de forma gratuita a una vacuna contra el coronavirus y subrayó la voluntad del Kremlin de trabajar con otros gobiernos para compartir métodos de diagnóstico y de tratamiento de la enfermedad.
A diferencia de Estados Unidos, Vladimir Putin sostuvo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe tener un rol protagónico a la hora de coordinar la respuesta contra el coronavirus y dijo que Rusia se encuentra trabajando para reforzar la capacidad de la entidad con sede en Ginebra.
Por otra parte, el jefe de estado de Rusia advirtió de los efectos económicos a largo plazo que va a tener la actual crisis y defendió la necesidad de que toda la comunidad internacional trabaje junta para impulsar el crecimiento, por lo que hizo énfasis en la importancia de eliminar barreras, restricciones y, sobre todo, “sanciones ilegítimas” en el comercio internacional.
Esto último fue una clara referencia a las últimas sanciones impuestas de forma unilateral por Estados Unidos a la República de Irán, una medidas rechazada por la comunidad internacional.
No obstante, Vladimir Putin aseguró que quiere cooperar con Washington para extender el tratado de reducción de armas estratégicas y confió en que haya “moderación” a la hora de desplegar nuevos sistemas de misiles.
Asimismo, volvió a mostrar su interés en un tratado vinculante para prohibir las armas en el espacio exterior y apostó por más cooperación en materia de ciberseguridad.
Finalmente, el presidente de Rusia defendió la labor de la ONU y, pese a reconocer la necesidad de adaptarla a la realidad del siglo XXI, dejó clara su oposición a grandes cambios en el Consejo de Seguridad, donde es uno de los cinco miembros permanentes y goza de poder de veto.