Los pies soportan el peso de todo el cuerpo y son el medio de transporte primario. Su salud repercute de manera significativa en nuestro bienestar general y aún así hay los que no se preocupan por uñas mal cortadas, resequedad o callos (hasta que pasan la factura).
Tomá nota de algunas cosas que podés hacer por ellos y por ende por todo tu cuerpo:
Comprá el calzado por la tarde
Conforme pasa el día los pies se van hinchando. Andá a la zapatería cerca del final de la jornada, para asegurarte que los que adujeras te queden cómodamente en cualquier momento.
Vigilá la humedad
El sudor provoca un ambiente húmedo, ideal para hongos y bacterias. Optá por medias que sean de fibras naturales, por ejemplo las 100% algodón y cambialas inmediatamente si se encuentran mojadas. Es importante también que al terminar de ducharte, seques muy bien tus pies, especialmente entre los dedos.
Calzado adecuado para cada actividad
Al elegirlo pensá en cuánta actividad vas a realizar durante la jornada y si es necesario, anteponé la comodidad a la apariencia, tus pies te lo agradecerán.
Alterna el uso de diferente calzado
Usar diariamente el mismo par puede causar mal olor o que los zapatos se desgasten y se deformen, lo que provoca que no brinden el soporte adecuado.
Andá al pedicuro
Si te gustan consentirte en el salón, que te raspen los callos, pinten las uñas y den un buen masaje, procurá sacar tu cita por la mañana ya que así el local estará más limpio y el pedicuro menos cansado.
Un buen corte de uñas
Si sos de los que prefiere cortarse las uñas en casa, chequeá que el cortauñas o los alicates estén correctamente afilados y procurá que tu corte sea recto y no muy profundo.