Un gigantesco incendio se desató en un depósito del puerto de Beirut, sembrando el pánico entre los habitantes de la capital libanesa, todavía traumados tras la devastadora explosión que sacudió la ciudad hace cinco semanas.
Espesas columnas de humo negro se hacían visibles desde varios barrios de la ciudad. El incendió alcanzó un depósito donde se almacena aceite para motor y ruedas de coche, indicó el ejército libanés en un comunicado.
Según declaró a una televisión local el director en funciones del puerto, Bassem al-Kaissi, el incendio “comenzó en los bidones de aceite, antes de propagarse a los neumáticos”, pero no supo dar más detalles sobre el origen del fuego. “Tal vez se deba al calor, tal vez a un error, aunque es pronto para saberlo”, dijo Kaissi.
Una fuente militar, que pidió no ser identificada, aseguró a EFE que se trata de “dos fuegos, separados uno del otro” y, según los primeros indicios, “no son por causas naturales”. Asimismo, añadió que las fuerzas de Interior cerraron varias calles alrededor del puerto.
El secretario general de la Cruz Roja libanesa, George Kettaneh, aseguró a la cadena libanesa Al Jadeed que no hay heridos. Un video en redes sociales mostró a los trabajadores en el puerto huyendo aterrados apenas estalló el incendio.
El gobernador de Beirut, Marwan Abboud, y otras autoridades pidieron a la gente que desocupe las vías que conducen al puerto para facilitar el tránsito de los camiones de bomberos. El vocero de la policía, coronel Joseph Msalam, dijo que no tenía información sobre los sucesos en el puerto, que en la actualidad está bajo control del ejército. Ante una pregunta se limitó a responder: “No sé. Podrían ser contenedores. Realmente no sé qué hay ahí”. Fue el segundo incendio en el puerto esta semana. El martes estallaron algunas llamas que provocaron alarma pero fueron extinguidas rápidamente.
La explosión del 4 de agosto causó más de 190 muertos, unos 6.500 heridos y daños en miles de edificios de la ciudad. La posibilidad de otro gran incendio un mes después generó pánico.