El ministro de Salud adelantó días atrás que la vacuna podría estar disponible de manera masiva en el país en marzo próximo.
El ministro de Salud Ginés González García aseguró el fin de semana pasado que la vacuna contra el coronavirus Covid-19 podría estar masivamente en marzo, y que “entre las siete u ocho que están en primera línea, Argentina negocia con cinco”. Agregó que “tres de ellas están haciendo ensayos de fase 3 en nuestro país”, y que “una se fabricará acá”. Son las que están desarrollnado Pfizer, Janssen, Sinopharm y AstraZeneca.
En tanto la quinta sería la vacuna rusa, conocida como “Sputnik V”. Al menos dos jurisdicciones ya firmaron contratos con ese país y aguardan la llegada de las dosis: una de ellas, la provincia de Buenos Aires.
Parte de esta información había sido adelantada a los medios latinoamericanos, en una webinar promocional organizada este lunes por los desarrolladores de la vacuna rusa. Esto es, el Russian Direct Investment Fund (RDIF), el Institute Bering-Bellingshausen for the Americas y el Gamaleya National Research Center for Epidemiology and Microbiology.
En el encuentro, que estuvo focalizado tanto en las ventajas de la vacuna rusa frente a los desarrollos de empresas competidoras, como en las perspectivas de cooperación con los países de la región, el CEO del RDIF, Kirill Dmitriev, aseguró que “América latina es un socio sumamente importante”, y aseguró: “Vamos a confirmar acuerdos con Argentina y Perú, adicionando los ya existentes con México, Brasil y otros países de la región”.
Uno de los distritos que ya firmó un acuerdo para hacerse con la vacuna rusa es la provincia de Buenos Aires aunque todavía no se conoce qué cantidad de dosis recibirá. De todas maneras, antes de su administración la vacuna deberá ser aprobada por la ANMAT, el organismo regulador en materia farmacológica.
El desarrollo ruso contra el Covid-19 fue duramente cuestionado internacionalmente, dada la rapidez con que el gobierno de Vladimir Putin anunció que el fármaco estaba listo, lo que fue visto más como un gesto más político que sanitario.
Quizás por eso en la webinar de celebrada ayer se insistió especialmente en la seguridad y eficacia de los ensayos hechos hasta ahora: 16.000 pacientes de 18 a 60 años cursan ensayos de fase 3, explicaron, y se pondrá en marcha otra tanda de pruebas en 40.000 pacientes mayores de 60 años.
Además, aseguraron los responsables de la vacuna, “la inmunidad (a través de dos dosis inyectables de dos tipos de adenovirus humano) promete durar entre uno y dos años, a diferencia de otros desarrollos similares, que no lograron inmunidad de más de seis meses”.