Las ventas de los supermercados, medidas a precios de diciembre de 2016, registraron durante agosto una caída interanual del 5,7% , lo que representa la contracción más importante en lo que va del año. Por el contrario, según los datos arrojados este lunes por el INDEC, la facturación de los autoservicios mayoristas volvió a exhibir un alza.
De acuerdo a los datos del instituto oficial de estadísticas públicas, durante el octavo mes de 2020 los supermercados facturaron $80.498 millones, a precios corrientes, y $22.976 millones, a precios constantes (mide mejor la evolución de cantidades).
La tendencia a la digitalización del consumo, que se intensificó con el comienzo de la pandemia de Covid-19, se mantuvo durante el período en cuestión; mientras las ventas por los canales online aumentaron un 308% respecto de agosto de 2019, las ventas realizadas de manera presencial subieron solamente un 30%, a precios corrientes. Sin embargo, cabe aclarar que el consumo digital todavía representó apenas el 5,2% de la facturación total.
En cuanto a los medios de pago, se siguió observando un predominio del uso de las tarjetas de crédito, que concentraron el 37,1% de las operaciones realizadas en los supermercados, un porcentaje mayor al que se había registrado en julio. A su vez, también se incrementaron notablemente las ventas efectuadas a través de la categoría “otros medios de pago”, tales como vales, cuponeras, ticket canasta, gift card, entre otros.
En la segmentación por tipo de productos, los principales aumentos se verificaron en el consumo de electrónicos y artículos para el hogar, y en verdulería y frutería.
Mientras tanto, las ventas en los autoservicios mayoristas alcanzaron en agosto los $14.038 millones, lo cual significó un aumento del 3,4%, a precios constantes.
En este caso, casi la totalidad de las transacciones se realizaron de manera presencial. A diferencia de lo que venía ocurriendo, las ventas a través de tarjetas de crédito se desaceleraron y su evolución fue más pareja en comparación con las realizadas en efectivo o a través de tarjetas de débito, que son los medios de pago más utilizados por los consumidores en este tipo de locales.
Shoppings
Paralelamente, la facturación de los shoppings, uno de los sectores más paralizados por el aislamiento, fue de $4.693,9 millones, a precios corrientes, y de $1.389,1 millones, a precios constantes, con variaciones negativas del 66,4% y del 79%, respectivamente. Si bien fueron elevadas, las caídas fueron las más pequeñas desde que comenzó la pandemia.
Según los datos del INDEC, las mermas fueron más pronunciadas en el Gran Buenos Aires que en el resto del país. En efecto, regiones como la de Cuyo y el Norte arrojaron contracciones, a precios corrientes, de apenas 12%.
En la división por rubros, diversión y esparcimiento resultó nuevamente el más afectado debido a la paralización total de su actividad. Por el contrario, el sector de amoblamientos, decoración y textiles para el hogar fue el que menos cayó; la baja del 17,8% fue explicada por su performance en el Área Metropolitana de Buenos Aires ya que en el interior del territorio exhibió mejoras en comparación con agosto de 2019.