El sistema de salud de Rosario está al límite de sus capacidades en el sector municipal, provincial y privado.
Ver personas deambulando horas en una ambulancia hasta que encuentran una cama es una situación que se repite cada día. Los médicos advierten que están trabajando sin descanso.
Los planes de contingencia fueron utilizados en muchos casos, es por eso que utilizar sectores de hospitales y sanatorios pediátricos, que están con muy poca ocupación, ya es un recurso a tener en cuenta. Allí pueden derivarse pacientes con coronavirus, adultos, que no puedan ser recibidos en las instituciones tradicionales, si el temido colapso se produce.
El Hospital de Niños Zona Norte, por ejemplo, tiene una guardia no inaugurada, con 16 camas, 4 de terapia intensiva, prácticamente lista para ser usada. No están colocados los aparatos de monitoreo ni los de ventilación mecánica, pero los elementos existen. El mayor problema reside en contar con los recursos humanos que permitan, eventualmente, abrir ese lugar.
Las autoridades de todos los niveles reconocen que la situación es preocupante.