Es el nuevo inquilino del zoo de Boston. Se trata de un bebé gorila que nació por cesárea y pesó apenas 3 kilos.
Los veterinarios tuvieron que realizar la intervención a la madre, de 39 años, después de un imprevisto sangrado.
El pequeño capta ahora toda la atención de este hospital, donde le han dado la bienvenida al mundo. Un día después de la intervención por fin descansa en brazos de su madre.