China realizaba test de coronavirus a millones de personas tras imponer confinamientos y cerrar escuelas luego de detectar múltiples casos de transmisión local en tres ciudades la semana pasada.
Con la llegada del frío, restricciones a gran escala han sido adoptadas en las ciudades de Tianjin, Shanghái y Manzhouli, pese al bajo número de casos comparado con Estados Unidos u otros países que lidian con fuertes picos o nuevas olas de coronavirus.
Expertos y Gobiernos de todo el mundo han advertido que las posibilidades de que el virus se propague serán mayores durante el invierno por la necesidad de la gente de permanecer en lugares cerrados.
Recientes rebrotes demostraron que aún existe un riesgo de un retorno del virus, pese a que ha sido mayormente controlado en China, el país donde se detectaron los primeros casos conocidos, en diciembre de 2019.
China acumula hasta ahora 86.442 contagios y 4.634 muertes desde que el virus fue detectado por primera vez en su ciudad central de Wuhan.
Los dos últimos casos confirmados en Shanghái eran contactos estrechos de un trabajador aeroportuario que dio positivo días atrás.