En España, se detectó que el uso de preservativos cayó del 66 al 52,8 por ciento en la última década. Apuntan a falta de diálogo y distintas ideologías.
Según la investigación realizada por la Sociedad Española de Contracepción (SEC) y la Fundación Española de Contracepción (con 31 preguntas telefónicas a 1.800 mujeres de 15 a 49 años el pasado julio), cada vez menos jóvenes utilizan preservativo: en la última década su uso pasó del 66 al 52,8 por ciento.
El doctor José Vicente González Navarro, de la SEC, explicó que la encuesta tiene dos aristas: que la relación sexual no estaba planeada y no disponían de uno (25,5%); y en la confianza en su pareja estable (23,1%).
González apunta que la vergüenza que acompaña a las ETS hace que muchas veces no se hable de ellas, lo que puede dar una falsa sensación de seguridad a los jóvenes, que no conocen casos en su entorno. Para Lluís Ballester, de la Red de Jóvenes e Inclusión, la situación es preocupante y remarca que la clave es“la educación sexoafectiva a todas las edades, incluso en las empresas”.
Las consecuencias de esa falta de educación son evidentes. En el 10,8 por ciento de los casos en los que no se usa preservativo, es por evitar interrumpir la relación para ponérselo. Para Ballester esto es un claro reflejo de falta de autoestima y de confianza.
“En las charlas nos enfocamos en el consentimiento, pero también en gestionar bien las emociones en las relaciones. A los 14 años nadie piensa en reproducirse, por eso hay que dejar espacio para el diálogo sobre el placer, el deseo o las emociones. De lo contrario se van a Internet y allí no encuentran una educación sexual fiable”.
En tanto, González atacó una falsa creencia sobre su uso: no existe la necesidad de hacer descansos. “Si la mujer está bien con el anticonceptivo, no hay necesidad de que los deje. Esto sólo aumenta el riesgo de embarazo”, afirmó.