Belu Lucius cuenta con más de 2 millones de seguidores en Instagram y una liga de seguidores que esperan cada una de sus publicaciones, ya sean videos, chistes o sorteos.
Hoy es participante de “MasterChef Celebrity”, el programa con más rating en el país, y ya es madre de dos pequeños y vive un feliz matrimonio con el jaguar Javier Ortega Desio, pero no por eso deja de recibir críticas en las redes por nada más y nada menos que su físico.
“La primera vez que fui a las grabaciones yo quería sacar la lapicera y pedir autógrafos, a la vieja escuela”, comenzó contando en una entrevista en el programa Agarrate Catalina, con Catalina Dlugi en La Once Diez/Radio de la ciudad.
“Yo estaba ahí con Iliana Calabró, que siempre la vi en la tele; con Patricia Sosa, que canta un tema y se me pone la piel de gallina; con Boy Olmi; el Turco García, con todo lo que significó para el deporte… ¡El Polaco, que canto sus canciones en el boliche!”, dijo sobre su experiencia en “MasterChef”.
Pero llegado el momento de conversar sobre pros y contras de aparecer en la tele, la influencer recordó su época de colegio y su adaptación a las críticas y bullying en redes sociales. “Los chicos discriminan mucho. Me hacían de todo, he sufrido mucho bullying en el colegio. En el jardín se me apartaba porque era la más grandota. No se me integraba. Yo no saltaba la soga, no podía jugar al elástico tampoco. Más allá de la burla y la discriminación verbal, yo aprendí a convivir con eso”, relató.
Pero luego contó que se sorprende cada vez que se entera sobre lo que se habla en Twitter de su participación en el reallity culinario: “Mirá lo tóxicas que son algunas redes que hoy en día, cuando yo aparezco en alguna gala de MasterChef, mis ojos son tendencia”. Y continuó contando: “Me dicen que tengo ojos de huevo, que tengo tiroides… Que se me van a salir los ojos, (critican) la gestualidad…”.
Y sobre cómo reacciona a los comentarios de haters, señaló: “Yo soy así. Al que le guste mi cara, genial; y al que no, puede mirar para otro lado”. Por último dijo: “Yo no vine al mundo a agradarle físicamente a la gente, tampoco simpáticamente (sic). Hay gente que le puede gustar mi humor y otra que no”.