Por la pandemia de coronavirus, también creció el interés por alquilar casas en barrios cerrados y quintas como forma de veraneo.
La pandemia, las restricciones para la compra de dólares y fuerte brecha entre el oficial y su cotización en el mercado paralelo dispararon las consultas por alquileres en los distintos puntos turísticos del país. A la mayor demanda le siguió un fuerte aumento en los precios locales. Así quedó en evidencia en el último informe del Observatorio Inmobiliario de la Cámara Argentina de Servicios Inmobiliarios.
De acuerdo con el relevamiento realizado entre más de 3.100 operadores inmobiliarios los alquileres de casas, departamentos y quintas en los distintos balnearios de la costa bonaerense subieron entre un 30% y un 50% con respecto a 2019.
El informe destaca además que este año “la demanda se inclina particularmente por casas quinta y viviendas en barrios privados”.
Un rápido repaso por algunas de las webs de reserva de alojamiento más populares de la Argentina permite ver que una familia tipo que desee vacacionar en la primera quincena de enero en Mar del Plata deberá al destinar unos 150 mil pesos para el alquiler de un departamento apenas dos ambientes.
En Villa Gesell, por ejemplo, algo similar está por encima de los 130 mil pesos mientras que en Cariló los alquileres de un dos ambientes pueden trepar hasta por encima de los 250 mil pesos.
Estos precios pueden varias sustancialmente de acuerdo a la ciudad elegida para veranear, en Pinamar y Cariló por ejemplo suelen predominar los alquileres en dólares, así como la proximidad de la playa y los amenities disponibles en el lugar de alquiler.
