El próximo viernes 13 de noviembre, la casa de subastas británica East Bristol realizará un importante remate. Entre las piezas seleccionadas, se encuentra un espejo que una familia tenía colgado en el baño desde hace cuarenta años sin que tener idea de que fue propiedad de una reina de Francia.
Se espera que una familia británica no identificada de clase media gane miles de dólares con la venta de un espejo antiguo que el propietario actual heredó de su abuela.
El espejo mide 50 centímetros por cuarenta y se cree que formó parte de una colección más grande. Sobre el marco de madera de nogal tallado con hojas y flores hay una placa que dice: “Este espejo perteneció a María Antonieta y se compró en la venta de objetos de Napoleón”.
East Bristol comenzará el remate con un valor mínimo de 13.000 dólares. En diálogo con el periódico Metro, el subastador Andrew Stowe dijo: “Es increíble pensar que este espejo, con toda la historia que tiene, estuvo colgado detrás de un inodoro durante tanto tiempo. Es una pieza histórica real con un vínculo tangible con una de las protagonistas del siglo XVIII”.
En 1950, un amigo de la familia del propietario actual compró la pieza. Cuando murió en la década del ochenta, fue heredado por la abuela de quien ahora lo venderá. “En realidad, nunca pensaron que valiera nada, lo veían más interesante que valioso”, comentó Stowe.
María Antonieta se convirtió en la última reina de Francia cuando se casó con Luis XVI. Su reinado se extendió de 1774 a 1792. Famosa por sus excentricidades, fue ejecutada en la guillotina durante la Revolución Francia.