La actividad estuvo destinada a profesionales y familiares abocados al cuidado de personas mayores. Fue un espacio de reflexión y construcción colectiva de saberes para la planificación y abordaje de las fiestas de fin de año.
La Municipalidad de Santa Fe realizó un encuentro, en parte presencial y parte virtual, para profesionales y familiares que llevan adelante el cuidado de personas mayores ante la llegada de las fiestas de fin de año en un contexto de pandemia. En la ocasión, se compartieron experiencias de acompañamiento con el objetivo de pensar de manera colectiva acciones y estrategias de contención emocional y afectiva para lograr momentos de disfrute, sin perder de vista la importancia de los cuidados en fiestas como Navidad y Año Nuevo.
Luciana Galán, es licenciada en Terapia Ocupacional e integra el equipo de la Dirección de Adultos Mayores, de la Secretaría de Políticas de Cuidados y Acción Social. Sobre la iniciativa -que tuvo lugar el pasado viernes-, detalló que “las figuras del cuidador y del familiar referente son importantísimas” en el cuidado de quienes atraviesan distintas enfermedades y situaciones. En ese sentido, definió que las “fiestas interpelan mucho al adulto mayor y a la persona que está acompañando, desde las emociones, desde cómo planificar previamente alguna situación que en el medio de la fiesta suele ser una crisis”, como es el caso del exceso o falta de alimentación, o incontinencia.
Galán planteó además que el traslado de la persona mayor a otro domicilio para las fiestas también puede ser una dificultad a sortear: “hay que hacer todo un preparativo si se lo va a trasladar. La persona que está arraigada a su casa, tiene que ir a festejar a otro lado que no es su casa, no es su ambiente, no está su cama por si se quiere recostar o no está su baño, no son sus platos ni sus vajillas. Esto suele atravesar mucho la índole de las emociones. Entonces, terminás viendo a un adulto al que le cae mal la comida, que fue dos o tres veces al baño, que le costó masticar tal o cual alimento, o fue al extremo y comió sin registrar lo que ingirió”.
La terapista ocupacional agregó que en este contexto “la fiesta que iba a ser de 2 horas terminó siendo de 45 minutos porque se desató toda una serie de cuestiones en el medio de una reunión que complicaron a todas las partes y donde no tiene que imperar la culpa”. Por el contrario, consideró que “si hay algo que esté programado y planificado, seguramente será exitoso. Lo que nosotros proponemos es construir juntos, con el cuidador y el familiar, estrategias para optimizar el recurso interno que tiene cada uno. Hay tantas cosas que atraviesan las fiestas, en la previa, en el durante y en el después”.
Los encuentros que vienen de fin de año no tienen precedentes en un contexto de Covid-19 “en donde mucha gente ya no está, falleció de un día para otro, y las primeras fiestas para todos son terribles”, indicó Galán y concluyó que en el encuentro “cada cuidador que va a venir a proponer la situación que va a hacer que pensemos juntos cuál va a ser la salida, porque vos podés dar estrategias y recursos, pero la realidad es que hay diferentes familias, diferentes historias y trayectos de vida”.
Gestionar las emociones
Mariela Sánchez es psicóloga especialista en adultos mayores y junto a Luciana Galán participó en el encuentro del viernes. El espacio impulsado desde el municipio buscó “poner en palabras y abrir al diálogo para poder pensarnos dentro del contexto de una fiesta, de un cierre de año, donde las personas mayores o que tienen alguna suerte de discapacidad o limitación, presentan características diferentes en ese momento”.
“Hay un juego muy importante que se despliega relacionado a las emociones, que convoca este acontecimiento, y sobre todo hay una especie de situación que confluye, que es lo que está transitando la persona en términos de una experiencia que tiene características particulares”, conceptualizó la psicóloga, y puso la mirada en el cuidador domiciliario quien “viene con toda una carga emocional, viene con todo un bagaje de tener que poder hacerse con esa práctica, que va a tener características particulares porque no es un día usual”.
“Hay que reflexionar sobre cuáles serían las mejores estrategias y cómo se podrían construir contextos más saludables para lograr que la persona mayor tenga un rol protagónico dentro de este festejo, para que se pueda atender a su singularidad, para que se puedan construir prácticas que alojen el deseo, que sea un espacio de encuentro y de disfrute, y sobre todo que se puedan gestionar las emociones de un modo más saludable”, explicó Sánchez.