El anuncio fue realizado por los investigadores de la Universidad de Tsinghua, la Universidad Médica de Tianjin y Walvax Biotechnology en Kunming, que comenzaron a desarrollar la vacuna potencial desde el inicio del brote de la epidemia.
Al respecto, en comparación con otras potenciales vacunas, ésta se produjo utilizando sangre de chimpancé.
El investigador Zhang Linqi de la Universidad de Tsinghua y jefe del proyecto de desarrollo explicó que generalmente no existe un anticuerpo neutralizante contra el adenovirus del chimpancé prealmacenados en el cuerpo humano por lo que la vacuna basada en este vector adenoviral tiene varias ventajas: el número limitado de posibles reacciones adversas, alta capacidad de producción y alto nivel de inmunización después de la administración.
Los desarrolladores completaron las pruebas en animales y comenzaron a postularse para iniciar las pruebas en humanos tanto en China como en el extranjero.
“No ha habido efectos secundarios graves en los animales”, comentó Zhang, según el cual los resultados de la investigación preclínica destacan la seguridad de la vacuna y sugieren su alto potencial para futuras pruebas clínicas.
La fase 3 de experimentación clínica, observó el investigador, “sirve para verificar la eficacia de la potencial vacuna y se llevará a cabo en varias áreas afectadas por la pandemia en el exterior”.
“Al igual que con otras vacunas chinas contra la Covid-19, debemos hacer frente al insuficiente número de pacientes positivos en China para participar en estudios de fase 3”.
El domingo pasado se instaló en el distrito de Daxing de Pekín una planta para la producción industrial de esta vacuna de vectores de adenovirus de chimpancé.
Si la vacuna resulta eficaz en los ensayos clínicos se producirá en masa.
Las instalaciones de producción están actualmente en construcción y se espera que la vacuna llegue al mercado a mediados de 2021.
Según una nota difundida por Walvax, la capacidad de producción anual de esta vacuna contra la Covid-19 superará las 200 millones de dosis.
Actualmente, cinco vacunas chinas entraron en ensayos clínicos de fase 3, incluido uno basado en un vector adenoviral desarrollado por la Academia de Ciencias Militares y CanSino Biologics, reveló un funcionario de la Comisión Nacional de Salud a principios de diciembre.