Los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton están dispuestos a prestar su poder público por una buena causa. Se vacunarán públicamente contra el coronavirus, una vez que esté disponible en los EE. UU. y con esto buscan alentar a los estadounidenses escépticos a hacer lo mismo.
Obama dijo que si el Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del país, pensaba que la vacuna era segura y efectiva, recibiría la vacuna.
“Les prometo que cuando esté hecho para personas con menos riesgo, lo tomaré. Puedo terminar llevándolo a la televisión o filmando, solo para que la gente sepa que confío en esta ciencia”, dijo Obama.
Tras los comentarios de Obama, los representantes de Bush y Clinton dijeron que ellos también estarían a bordo para una vacunación pública.
El secretario de prensa de Clinton, Ángel Ureña, también dijo a la cadena de noticias que el 42º presidente estaría dispuesto a recibir una vacuna en público en la televisión si eso instara a los estadounidenses a hacer lo mismo.
Los comentarios de los ex presidentes se producen cuando las empresas farmacéuticas están trabajando para obtener una vacuna viable contra el coronavirus aprobada por los reguladores de EE. UU. antes de fin de año.