En la mayoría de los casos, los excelentes precios no alcanzaron para compensar el durísimo golpe a los rendimientos que el clima le propinó a los trigos y la mitad de los productores del centro norte santafesino obtuvieron ingresos brutos (antes de impuestos) inferiores al año pasado. “Sólo los productores que obtuvieron rendimientos aceptables pudieron obtener márgenes positivos”, indicó el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe en su informe de final de campaña.
El trabajo destaca que la sequía se vio reflejada en dos importantes problemas productivos: una pérdida de área del 19,4% (67.550 ha) y una caída de los rindes promedio por hectárea de 48,8% respecto a la campaña pasada. La combinación de estas dos cuestiones llevó a una producción final de 492.928 toneladas, “el peor registro desde que el SEA releva 12 departamentos y cortando con una evolución positiva del cultivo que se venía observando desde 2015”.
El rendimiento promedio para la zona fue de 17,5 qq/ha, similar en todos los departamentos del área. “Sin embargo, este dato no refleja la realidad de todos los productores, ya que los lotes más afectados directamente no pudieron cosecharse, mientras que muchos de los lotes que sí se cosecharon tuvieron rindes muy por debajo del promedio mencionado”, aclara el SEA.
La contracara de la compleja situación productiva se dio en el ámbito comercial, con buenos precios del cereal durante todo el año. Cabe destacar que las cotizaciones locales no mostraron el típico efecto de la cosecha, y se mantuvieron en torno a los u$s/tn 200 desde septiembre. El precio promedio para el mes de noviembre, durante el cual se cosecha la mayor parte del cultivo en el centro-norte de la provincia, se ubicó en 203,6 dólares por tonelada, el promedio más elevado para un mes de noviembre desde 2013, cuando la situación era atípica por las restricciones comerciales y productivas de esos años. Esta evolución alcista continuó incluso hacia fines de noviembre y se acentúo en la primera mitad de diciembre, con precios diarios que superaron los u$s/tn 220.
Sin embargo, “sólo los productores que obtuvieron rendimientos aceptables pudieron obtener márgenes positivos”. De todos modos, “la situación sería mucho peor si los precios no se encontraran en niveles tan elevados para la época”.
Al trazar escenarios económicos por zonas, en el caso de los productores de General Obligado se observó que con un esquema productivo de tecnología media-baja sólo pudieron cubrir los costos quienes obtuvieron productividades por encima de los 12,7 quintales por hectárea. Mientras en el departamento Las Colonias, el rendimiento de indiferencia se estimó en 17,1 qq/ha, produciendo con una tecnología media-alta. En ambos casos, por debajo del promedio general.
Se estima que el ingreso bruto fue de entre u$s/ha 244,3 y u$s/ha 366,5 para el caso representativo de la zona de Las Colonias y de entre 132,3 y 305,4 dólares por hectárea para el caso de los productores del departamento del norte de la provincia. Cabe destacar que, si se compara con el informe elaborado para la campaña 2019/20 de este cultivo, los ingresos mencionados son alrededor de un 50% menores que los estimados el año pasado.