Recopilamos los mejores videojuegos de temática mortuoria y género de terror para aquellos gamers a los que les gusta pasar miedo.
El objetivo de la narrativa de terror es conseguir transmitir angustia y miedo a quien la lee, ve, escucha o juega. Utiliza elementos como el ritmo, los sonidos, los colores y la distribución de los objetos en el plano para crear una atmosfera que consiga aislar, de forma que uno solo esté pendiente de una sucesión de acontecimientos que no manejan y que están pensados, precisamente, para generar tensión hasta romperla repentinamente en un susto. Si la literatura de terror aprovecha el poder de la palabra y el cine le añade imagen y sonido, los videojuegos suman la implicación directa del público en la historia.
Cuando uno está concentrado en un juego, las imágenes que pasan ante sus ojos y los sonidos que escucha multiplican su intensidad. Si además se conoce el juego, el manejo de los controles se hace es inconsciente y la mente del jugador solo responde a los estímulos del juego. Esto hace que asustarse con un juego (aunque sea poquito) resulte relativamente fácil y por lo tanto que sea un soporte muy adecuado para este tipo de contenidos. A eso hay que sumar el interés que todo lo oscuro, diabólico y monstruoso genera en la cultura popular, puede que como herencia de esos grandes libros de terror. Precisamente por lo mucho que gustan, existen juegos que prefieren aprovechar el tirón que tienen, separarse de lo típico y caricaturizar la estética gótica.
La exploración y la investigación son dos elementos que los juegos de terror saben explotar, así como los planos cortos, los espacios pequeños, las hordas de enemigos y las primeras personas. Hay sagas como Resident Evil o Silent Hill que, por su longevidad y la buena calidad de muchas de sus entregas, son consideradas definitorias del género y auténticos referentes. Y es que, seamos sinceros, estos juegos tienen la capacidad de hacer que se nos acelere el corazón, que comiencen los sudores fríos y que las manos nos tiemblen mientras buscamos el lugar del que vendrá el próximo susto.
Por semejanzas lógicas, muchos de estos juegos pueden convertirse en candidatos perfectos para pasar un día de Halloween de los que nos hacen gritar más de una vez. Pero lo cierto es que cualquier momento resulta el adecuado (especialmente esas noches sin luna y de tormenta en las que estamos solos e indefensos en casa) para sumergirse en una historia que nos hará pasar un mal rato y que disfrutaremos al mismo tiempo.
Estamos hablando de la que probablemente sea la saga de zombies más icónica de los videojuegos. Los espacios cerrados, la escasa luz y la sensación de amenaza constante hacen que el jugador esté en tensión y listo para saltar del sofá. Las hordas de muertos e infectados se suceden constantemente y acaban por sobrepasar los nervios del jugador. Recomendamos Resident Evil 1, Resident Evil 2 y Resident Evil 7.
Vale, es cierto que el cómico y cadavérico aspecto de Sir Daniel Fortesque no es que transmita un miedo apabullante en quien lo juega. El encanto de Medievil es, precisamente, el uso que hace de criaturas monstruosas y elementos de terror clásico en una aventura desenfadada y para todas las edades.
La literatura de terror es una fuente de inspiración inagotable y este caso lo demuestra. Call of Cthulhu es un horror survivor en primera persona que nos introduce de sopetón en el universo creado por H. P. Lovecraft. Lo que empieza como una investigación de asesinato cualquiera en la remota isla de Dark Water nos llevará a recorrer una siniestra tierra cubierta por la sombra del dios primigenio, Cthulhu el exterminador.