Científicos europeos pudieron ver por primera vez, y desde su génesis, un rayo azul. El descubrimiento permitirá estudiar en mayor detalle el calentamiento de las zonas más altas de la atmósfera.
La ciencia constantemente se encuentran buscando respuestas a los más variados fenómenos naturales. En esta ocasión, y por primera vez, científicos lograron captar desde el espacio un rayo azul en la Tierra. Durante las tormentas eléctricas se producen diferentes sucesos, muchos imposibles de ver desde el planeta y a simple vista, por lo que el estudio desde el espacio exterior resulta fundamental para entender y visualizar algunos fenómenos únicos.
La portada más reciente de la prestigiosa revista académica Nature, la primera del 2021, mostró una representación de un fenómeno conocido como “blue jet”, captado por el European Atmosphere-Space Interactions Monitor (ASIM). El ASIM es un instrumento que instaló la Agencia Espacial Europea en la Estación Espacial Internacional para obtener información más detallada sobre este suceso y otros similares, de los que tampoco se tiene data.
Este impactante descubrimiento afecta, de forma directa, al estudio del calentamiento de las zonas más altas de la atmósfera y al circuito eléctrico global. Además, es la primera vez que científicos pueden analizar uno de estos rayos en toda su geometría desde que se inicia y cómo se propaga por la estratósfera.
¿Qué son los “blue jets” o rayos azules?
Se trata de chorros azules muy intensos, de unos microsegundos de duración, que ascienden desde la nube hasta lo más alto de la atmósfera. Solamente pueden verse desde el espacio, ya que se originan a una altura de 10 ó 15 kilómetros desde las nubes y ascienden en la atmósfera, donde pueden alcanzar alturas de hasta 50 kilómetros. En esta ocasión, el ASIM logró capturar y medir un chorro de luz azul que se inició en una nube cerca de la isla de Nauru en el Océano Pacífico.
Durante las tormentas se producen movimientos ionizadores de los componentes de la atmósfera, lo que provoca las descargas eléctricas popularmente conocidas como “rayos”. Estos se pueden desplazar entre nubes, desde las nubes a la Tierra o viceversa. La novedad del blue jet recientemente captado por el ASIM es que los científicos pudieron calcular posición, duración, evolución y velocidad desde su origen. Algo que nunca habían podido hacer anteriormente.
“Una tarea futura es evaluar la frecuencia de los rayos azules y su contribución a la carga total que se mueve en el circuito eléctrico global”, adelantó Víctor Reglero, uno de los investigadores que formaron parte del descubrimiento. El equipo que captó el impresionante rayo azul está formado por científicos noruegos, daneses y españoles.