Se acerca el primer aniversario del crimen de Fernando Báez Sosa, el joven que fue asesinado a golpes por un grupo de rugbiers en Villa Gesell, en plena temporada.
En ese sentido, sus padres contaron cómo pasaron sus primeras fiestas de Fin de Año sin la presencia de su hijo.
“No teníamos palabras, no nos hablamos con Silvino”, reconoció Graciela Sosa.
“A las 23.55 nos agarramos las manos fuertemente -agregó la mujer-. Solo rezamos, le pedimos a Dios que nos de fortaleza para seguir”.
“Nadie se merece lo que le hicieron a Fernando, lo mataron para divertirse. A veces me quiero culpar por haberle dado permiso, por haberle dado esa oportunidad de ir”, relató la madre de Fernando.