“Gracias a la conciencia del pueblo recuperamos la democracia y tenemos un gobierno legítimo con aliados en todo el mundo para luchar contra el coronavirus. Esta es una gran ventaja que hará posible la colaboración a Bolivia por encima de diferencias ideológicas que respetamos”, tuiteó el exmandatario.
“La guerra sucia de desinformación contra la vacuna rusa Sputnik V que oportunamente garantizó a nuestro presidente Luis Arce atenta contra el derecho a la salud y la vida del pueblo. Condenamos que intereses políticos y económicos ataquen una vacuna por razones ideológicas”, agregó.
Esta semana, Arce informó que selló un acuerdo para adquirir 5,2 millones de dosis de Sputnik V que empezarían a llegar a multas de marzo.
El Gobierno espera que entre esas dosis y las que ya acordó con Covax, el mecanismo creado por la Organización Mundial de la Salud para garantizar una distribución equitativa de las vacunas en todo el planeta, podrá inocular al 80% de la población.
No obstante, el ministro de Salud, Edgar Pozo, anunció hoy que el Gobierno negocia con otros laboratorios internacionales la adquisición de vacunas contra el coronavirus que se sumen al stock de las Sputnik V ya compradas a Rusia.
“A través del mecanismo Covax o por convenios bilaterales con otros laboratorios, estamos en tratativas para ver la posibilidad de que (las vacunas) sean proporcionadas en un marco de tiempo que nos permita proteger mejor a la población”, descrito Pozo.
El ministro prefirió mantener en reserva la identidad de los laboratorios contactados hasta que se definan los detalles del potencial acuerdo.
Esta semana Bolivia anunció la compra de 5,2 millones de dosis de la vacuna Sputnik V, cuya primera partida se espera para marzo, con las que se cubriría la inmunización de casi un cuarto de la población boliviana, de 11,5 millones de habitantes .
Pozo aseguró que las vacunas a ser aplicadas cuentan con suficientes garantías de efectividad.
“No podemos recurrir a ninguna industria farmacéutica que no haya cursado mínimos niveles de probatoria calificación”, remarcó, en respuesta a críticas sobre reacciones adversas que la vacuna rusa habría provocado en otros países donde fue aplicada.
Por otra parte, el vocero presidencial Jorge Richter, sostuvo que el Gobierno boliviano negocia las vacunas por encima de sus afinidades políticas.
“Puede ser una vacuna rusa, americana, británica o china. Lo verdaderamente importante es la preocupación sobre la salud de los bolivianos”, puntualizó el portavoz.
Bolivia es el cuarto país de Sudamérica en acceder a las vacunas rusas Sputnik V, después de Argentina, Venezuela y México.
Bolivia ya suma más de 192.000 casos confirmados y se acerca a los 9.200 muertos, mientras vive una segunda ola de la pandemia en las ciudades más pobladas del país.