Los tambos ordeñaron 11.113 millones de litros, casi 800 millones más que en 2019. También se destacaron por un aumento en los indicadores de calidad.
La producción de leche alcanzó los 11.113 millones de litros el año pasado, lo que significa un crecimiento del 7,44 por ciento con respecto a los 10.343 millones de litros de 2019.
Además, fue el mayor volumen aportado por los tambos desde los 12.061 millones de litros de 2015, según un informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (Ocla), en base a datos de la Dirección Nacional Láctea.
La Ocla destacó que el ordeñe de 2020 también supera por un 5,6 por ciento el volumen alcanzado en 2018.
“Esto indica que no sólo se dio en 2020 una recuperación de la baja producción de los primeros meses de 2019, sino que se expresó claramente un crecimiento genuino”, valoró la Ocla.
También remarcó que el crecimiento no fue solo cuantitativo, sino también cualitativo: al evaluar el comportamiento de los denominados “sólidos útiles” (grasa butirosa y proteína), se observa también un importante aumento de la producción.
En este indicador fue del 8,7 por ciento; es decir, superior al incremento de los litros ordeñados. “Esto evidencia no solo que la lechería creció en el año 2020 en volumen por diferentes causas, sino que también lo hizo en la calidad composicional de leche”, subrayó la Ocla.