Tres fiestas fiestas clandestinas fueron desarticuladas durante el fin de semana por la Policía de Santa Fe.
Tres fiestas fiestas clandestinas fueron desarticuladas durante el fin de semana por la Policía y autoridades locales en el sur de la provincia de Santa Fe por violar las normas sanitarias en el marco de la pandemia de coronavirus.
En el primer hecho, agentes del Comando Radioeléctrico de Casilda fueron comisionados a Bv. Oviedo Lagos al 2900, en la zona oeste de la ciudad, donde se estaba llevando a cabo una reunión social. Una vez en el lugar, observaron que sobre la calzada del asfalto se encontraba una multitud de personas.
Tras entrevistar a un hombre y una mujer, que se identificaron como moradores de la vivienda, les manifestaron que se encontraban reunidos sólo con su familia. Sin embargo, reconocieron que momentos más tarde se fueron acercando de a poco otras personas que no estaban invitadas. Por el hecho, se identificó tanto al hombre como a la mujer y se les solicitó que finalicen la celebración.
Fiesta sorpresa con DJ incluido, y detenido
Efectivos de la Comisaría 3ra de Arteaga realizaban recorridas por la localidad del departamento Caseros cuando tomaron conocimiento que en un conocido club local se realizaba una celebración. Al llegar al lugar, los uniformados observaron a más de 60 personas en una reunión con bebidas alcohólicas, música y un Dj.
En ese momento entrevistaron a una mujer, que manifestó le había organizado una fiesta sorpresa a una amiga. Por este motivo, le solicitaron que finalice el encuentro y secuestraron las bebidas y el equipo de música. Cabe agregar que el Dj se opuso a ponerle cierre a la noche, por lo que fue aprehendido.
Le usó la casa al abuelo para una fiesta
Numerarios de la Comisaría 4ta de Chabás recorría la zona cuando en Ruta Nacional 33, hasta que en el kilómetro 712 escucharon música a alto volumen, que provenía de una casa.
Al acercarse al domicilio, observaron a una importante cantidad de personas que al ver el móvil policial, se alejaron rápidamente.
Al bajar de la unidad, los agentes llamaron a la puerta de la casa y fueron atendidos por un joven, que les manifestó que estaba al cuidado de la casa de su abuelo, mientras él se encontraba ausente. Los uniformados contabilizaron una cantidad aproximada de 100 personas, a las que les dieron las recomendaciones al respecto y se retiraron del lugar sin oponer resistencia.