El salario real cayó 3% en 2020 y marcó el tercer año consecutivo de pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores en la carrera con la inflación.
Así lo consigna el último informe de la consultora Ecolatina, que observa también que entre 2018 y 2019, el salario real de los trabajadores formales retrocedió 17,5%.
“Producto de paritarias que no anticiparon aceleraciones inflacionarias, el poder adquisitivo de los empleados registrados sufrió en demasía la crisis de la segunda mitad de la gestión Cambiemos. En respuesta, el Frente de Todos enfocó su campaña de 2019 en apuntalar los ingresos de los asalariados, y los aumentos de suma fija decretados al comienzo de 2020 intentaron cumplir esta promesa”, indica el trabajo.
Y agrega: “Como resultado, el salario formal trepó casi 14% durante el primer trimestre del año pasado, prácticamente duplicando a la inflación del período. Sin embargo, la llegada de la pandemia y la cuarentena dieron por tierra con cualquier intento de recuperación del salario real. Entre abril y agosto, en un contexto de caída inédita del nivel de actividad y disparada de la incertidumbre, muchos gremios postergaron sus paritarias, resignando cualquier mejora de poder adquisitivo, pero apostando a mantener los puestos de trabajo”.
Por su lado, Ecolatina destaca que la situación de los trabajadores informales “fue sistemáticamente peor que la del sector registrado: este último tiene protecciones legales que velan por sus puestos de trabajo”.
En el último cuatrimestre del 2020, continúa el texto de la consultora fundada por Roberto Lavagna, la relajación de la cuarentena impulsó la recuperación del nivel de actividad, que habría cerrado el año poco más de 3% por debajo de nivel de fines de 2019 —cuando llegó a estar más de 10% por debajo en el segundo trimestre—. En respuesta, comenzaron a tener lugar muchas paritarias —prevaleciendo los aumentos de suma fija o la incorporación al básico del incremento de principio de año—, intentando recomponer parte de la pérdida de los meses anteriores.
En este marco, los salarios nominales de los trabajadores registrados habrían acumulado una suba de 13% entre septiembre y diciembre. Sin embargo, los precios también tuvieron su dinamismo y les ganaron a los ingresos: la inflación totalizó 14,4% en el período y el salario real de los trabajadores se redujo 1,2% en último cuatrimestre de 2020, acumulando una caída de 2,3% en el año.
“Como resultado, el poder adquisitivo encadenó en 2020 su tercer año seguido en rojo —advierten—. Más allá de qué porcentaje se analice, se observa una clara tendencia general: los trabajadores perdieron poder de compra sistemática y constantemente en los últimos tres años, en un primer momento por la disparada del dólar y en una segunda instancia por la profundización de la crisis económica que generó la pandemia”.
“La política de ingresos será uno de los principales desafíos del gobierno durante este año electoral. La votación marcará el pulso, de modo que será importante mostrar una mejora en el poder de compra durante los próximos meses para el oficialismo. Sin embargo, tan importante como esto será alcanzar una coordinación con los trabajadores, en pos de que la dinámica inflacionaria no se despegue de otros objetivos macroeconómicos”, advierten.