En junio pasado la víctima había presenciado el asesinato de un amigo suyo que estaba vinculado a Alexis Caminos, hijo del “Pimpi”.
El cuerpo de Juan Ignacio Celoria, 20 años, quedó acribillado dentro del auto que conducía la noche del miércoles. Personas que iban en dos motos y una camioneta lo interceptaron y al parecer, por las marcas de los balazos que atravesaron el parabrisas delantero, le dispararon de frente. Alrededor de la escena del crimen, ocurrido en Cullen al 3500, la policía levantó siete vainas servidas calibre 9 milímetros.
Según versiones preliminares del hecho fue cerca de las 21 del miércoles que Celoria conducía un Volkswagen Bora color gris por la zona oeste. Al pasar por Cullen al 3500 fue interceptado por un grupo de personas todavía no identificadas que iban a bordo de dos motos y una camioneta. Aún no se esclareció del todo la mecánica del hecho pero según los primeros indicios los atacantes se cruzaron sobre el vehículo y dispararon directamente sobre Celoria.
El joven fue herido con tres disparos, el auto quedó en marcha y el parabrisas perforado por los balazos. Cuando personal policial y médico arribó al lugar se constató que el chico ya estaba muerto. Alrededor del vehículo quedaron siete vainas servidas calibre 9 milímetros.
El sábado 27 de junio de 2020 Celoria fue testigo del asesinato de Alan Joel Gudiño, de 19 años, un amigo suyo a quien investigadores identificaron como un “soldadito” de Alexis Caminos, hijo del ex jefe de la barrabrava de Newell´s Robero “Pimpi” Caminos, asesinado en 2010. Ese día, cerca de las 15.30, Celoria iba en una moto y su amigo conducía otra por las calles del barrio República de la Sexta. En la zona de Colón y Viamonte un auto blanco se les cruzó y desde su interior alguien disparó contra Gudiño, quien quedó malherido y no pudo subirse a la moto de Celoria, quien logró escapar.
Gudiño vivía en Isola al 100 bis, barrio Parque del Mercado, en donde se había convertido en una persona de confianza de Alexis Caminos, con peso en el vecino barrio Municipal. Incluso en ocasión del crimen de Gudiño la principal hipótesis fue un recrudecimiento de las disputas por el control del territorio para desarrollo del narcomenudeo en estos dos barrios.