Haciéndose eco de los hallazgos publicados la semana pasada en la revista científica The Lancet por investigadores de Israel, sobre un estudio que incluyó a más de 7.200 trabajadores de un hospital que recibieron la primera dosis de la vacuna de BioNTech y Pfizer en enero y mostró una reducción del 85% de los casos sintomáticos, una nueva investigación del Public Health England (PHE) sugiere, a partir de sus primeros datos preliminares, que una dosis de la vacuna reduce en un 72% el riesgo de infección, aumentando al 85% después de la segunda dosis. Es decir, no hablamos de prevenir solo la enfermedad, sino la infección.
La investigación del hospital del Reino Unido se llevó a cabo en trabajadores de la salud menores de 65 años que se sometieron a pruebas para detectar la infección por Covid-19 tanto cada dos semanas mediante PCR como por pruebas de flujo lateral (un tipo de test que detecta anticuerpos) dos veces por semana, explicó la Dra. Susan Hopkins, directora de respuesta estratégica en PHE; encontrando que una dosis de la vacuna redujo en un 72% el riesgo de infección tras tres semanas desde su aplicación, aumentando al 85% después de la segunda dosis.
“Esto sugiere que la vacuna también puede ayudar a interrumpir la transmisión del virus, ya que no puede propagar el virus si no hay infección”, detalló un comunicado en la web del gobierno británico.
Para las más de 12.000 personas mayores de 80 años testeadas, los datos mostraron que una dosis redujo la infección sintomática en un 57%, luego de tres o cuatro semanas, y ganó casi un 30% de eficacia con una segunda dosis, resultando en un 88% de eficacia.
“En general, estamos viendo un efecto realmente fuerte en la reducción de cualquier infección: asintomática y sintomática”, dijo Hopkins durante una conferencia de prensa celebrada por el Science Media Center del Reino Unido.
Por otro lado, los científicos afirman también que los primeros datos sugieren que las personas vacunadas que se infectan tienen muchas menos probabilidades de morir o ser hospitalizadas. “En general, las hospitalizaciones y muertes por COVID-19 se reducirán en más del 75% en aquellos que hayan recibido una dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech”, enfatizan.
En cuanto a los mayores de 80 años, estiman un 57% menos de probabilidades de morir en los casos vacunados en comparación con los no vacunados, al menos 14 días después de recibir la primera dosis; y que las probabilidades de hospitalización son de alrededor de un 40% menos que las de una persona infectada que no fue vacunada.
“Si bien los datos sobre infección, hospitalización y muerte son prometedores, PHE continuará observando estas tendencias de cerca durante los próximos meses para garantizar que se puedan sacar conclusiones más firmes”, finalizaron.
“PHE también está monitoreando el impacto en el mundo real de la vacuna AstraZeneca y publicará estos hallazgos a su debido tiempo, pero las primeras señales en los datos sugieren que está brindando buenos niveles de protección desde la primera dosis”.