El Ministerio de Salud Rusia ha registrado la tercera vacuna rusa contra el coronavirus CoviVac, según lo anunció el primer ministro del país, Mijaíl Mishustin. El fármaco ha sido creado por el Centro Científico Federal de Investigaciones y Desarrollo de Fármacos Inmunobiológicos M.P. Chumakov.
El alto funcionario ha señalado que las primeras 120.000 dosis de la vacuna CoviVac “se lanzarán a la circulación civil a mediados de marzo”.
Actualmente, en Rusia, la población puede vacunarse contra el covid-19 con la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Centro Gamaleya junto con el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), cuyo fármaco se convirtió en la primera vacuna registrada del mundo contra el coronavirus.
Además, en octubre pasado, las autoridades sanitarias registraron otra vacuna, llamada EpiVacCoron, desarrollada por el centro de virología y biotecnologías Véktor.
Los ensayos clínicos
Los creadores de CoviVac todavía no han pasado a la tercera fase de ensayos clínicos con un número de participantes estadísticamente relevante.
En la primera fase participaron un total de 200 personas, 150 de las cuales recibieron la vacuna y otras 50 el placebo en forma de hidróxido de aluminio. La segunda fase de ensayos clínicos también contó con la participación de 200 personas, pero a diferencia de la primera fase, cuando los investigadores estudiaban la seguridad de la vacuna, durante la última etapa ya se enfocaron en la formación de anticuerpos y la inmunogenicidad, en otras palabras, la capacidad de activar el sistema inmunitario e inducir una respuesta inmune al coronavirus.
El profesor Gueorgui Ignátiev, que encabeza el departamento de virología general y es jefe adjunto para la Calidad e Innovación en el centro Chumakov, sostiene que la vacuna no debería resultar más traumática para el organismo que otros fármacos y detalló que durante la primera y segunda fase de los ensayos clínicos ningún voluntario desarrolló divergencia alguna después de la inyección.
Una vacuna muerta
A diferencia de las vacunas rusas anticovid Sputnik V y EpiVacCorona, la CoviVac prevé la inyección de la segunda dosis dos semanas después de la primera inoculación en lugar de tres semanas, lo cual es importante en condiciones de una pandemia, precisó el científico.
La principal diferencia entre la CoviVac y otras vacunas es que se trata de una vacuna muerta, es decir, que se basa en el virus inactivado, y por lo tanto, es incapaz de provocar la enfermedad. Los científicos usaron el cultivo celular ruso que reproducen en el centro tras tomar muestras de los pacientes hospitalizados que contrajeron el covid-19.
“Somos mejores porque en nuestra vacuna están representadas más proteínas, tenemos representadas todas las proteínas virales en nuestro fármaco. En otras palabras, no se trata de unos trocitos, sino de todo”, explicó Ignátiev a RT cuando le preguntaron en qué era mejor la CoviVac que sus análogos de los centros Gamaleya y Véktor.
Los investigadores del centro Chumakov cuentan con que el organismo reaccione a su vacuna de forma más global y que “la reacción del organismo sea recíproca” después de la inyección, agregó el científico.