Este método, llamado Tone-Up, lo usan deportistas para incrementar su rendimiento o personas que sufrieron una lesión y quieren recuperar fuerza.
La tonificación muscular se solía lograr a través de una rutina de ejercicios continua como, por ejemplo, el levantamiento de pesas. Eso debía ir acompañado de una correcta alimentación. Pero desde hace un tiempo, existen también pequeños atajos gracias a los tratamientos estéticos de última generación.
Hasta hoy, la única forma para hipertrofiar, fortalecer y definir los músculos era realizar un entrenamiento intenso y someter a la musculatura a una gimnasia continua y repetida. Ahora, también existe la estimulación eléctrica para ayudar al cuerpo a llegar a ese mismo resultado.
¿Cómo funciona exactamente este sistema?
Primero, es necesario entender la forma en la que el cuerpo actúa. El cerebro envía un estímulo al brazo para que levante un peso determinado, el músculo recibe la orden y provoca la contracción del bíceps y, a fuerza de realizar el mismo movimiento repetidamente, empieza a tonificarse.
El tratamiento llamado Tone-UP de Z Field imita ese envío de estímulos a través de ondas electromagnéticas, provocando que el músculo se contraiga continuamente con todas sus fibras, sin tiempo de relajación, originando las denominadas “contracciones supramáximas”.
El músculo necesita adaptarse a este estrés fisiológico continuo y repetido, por lo que aumenta su tamaño, potencia y firmeza. Es decir, que se logra una tonificación sin ser necesario un esfuerzo físico.
La característica principal de estos pulsos electromagnéticos es que estimulan al nervio motor y logran que en una sesión de media hora se contraiga 36 mil veces. Es decir, si se aplica en el abdomen es como si en ese tiempo hubiéramos hecho ese número de abdominales.
Esta tecnología no se utiliza sólo por una mera cuestión estética. Recurren a ella deportistas de élite para aumentar su rendimiento y fortaleza, físico-culturistas para desarrollar más los músculos o personas que sufrieron una lesión, por la que tuvieron que utilizar un yeso o férula durante un tiempo prolongado y la musculatura de esa zona se atrofió, por lo que buscan recuperar la tonicidad rápidamente.
Para lograr una buena tonificación, firmeza y aumento en el tamaño (hipertrofia) muscular es necesario realizar entre seis a ocho sesiones, de aproximadamente 30 minutos, con una frecuencia de al menos dos veces por semana.
Se puede efectuar indistintamente tanto en hombres como mujeres en la parte del cuerpo que se quiera trabajar desde abdominales, glúteos, tríceps, muslos o pantorrillas. Al tratarse de una máquina dual, se pueden estimular los dos brazos o piernas al mismo tiempo.
“El cuerpo humano, cubierto de piel y grasa, permite el paso de ondas electromagnéticas sin resistencia hasta llegar al nervio motor y estimular los músculos. Esto se diferencia de los electrodos o contractores eléctricos, que necesitan aumentar mucho la corriente para provocar las contracciones y estimulan también los receptores del dolor, por lo que son menos eficaces y muy dolorosos a comparación del Tone-UP de Z Field”, detalla Carlos Trillo (M.N: 90.381), cirujano plástico y miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica (SACPER).