La decisión se debe al empeoramiento de la situación económica de la Santa Sede, provocado por la pandemia de coronavirus y busca “salvaguardar” los puestos de trabajo.
El papa Francisco recortará los salarios del personal de la Santa Sede y de otras instituciones vinculadas ante el “empeoramiento” de la situación económica del Vaticano provocado por la pandemia de coronavirus. La medida busca lograr un “futuro económicamente sostenible” y “garantizar la sostenibilidad y el equilibrio” entre ingresos y gastos en la gestión financiera actual.
En un comunicado oficial dado a conocer este 23 de marzo, el sumo pontífice aseguró que la crisis sanitaria “ha afectado negativamente todas las fuentes de ingreso” de la Santa Sede y del Vaticano y explica que los costes de personal constituyen “una partida importante de gastos”.
Con el objetivo de “salvaguardar los puestos de trabajo actuales”, a partir del 1 de abril la remuneración a cardenales, demás superiores y clérigos y religiosos se reducirá respectivamente en un 10 %, un 8 % y un 3 %. No obstante, el descuento no se aplicarán si los afectados demuestran “no poder hacer frente a los gastos fijos relacionados con sus propia salud o la de sus familiares”.
También realizará un bloqueo por dos años de los aumentos de remuneración por antigüedad para el personal con niveles funcionales desde al 4 hasta el 10.
De acuerdo con la agencia AFP, la administración central de la Iglesia católica registró en 2020 un agujero fiscal de 90 millones de euros (106 millones de dólares) y la Santa Sede utilizó sus reservas para cubrir las necesidades y no tener que recurrir a la venta de sus numerosos inmuebles