“Llevaremos en la mente y en el corazón los sufrimientos de los enfermos, los pobres, los descartados de este mundo; recordaremos a los ‘corderos sacrificados’, víctimas inocentes de guerras, dictaduras, violencia cotidiana, abortos”, planteó el Papa al dedicar la Audiencia General de hoy a la preparación para las celebraciones de jueves a domingo, que según la tradición católica representan la denominada Semana Santa.
“Delante de la imagen del Dios crucificado traeremos, en oración, los muchos, demasiados crucifijos de hoy, que solo de Él pueden recibir el consuelo y la sensación de su sufrimiento”, agregó el pontífice.
En medio de fuertes restricciones vigentes en Italia a causa de la pandemia, y por segundo año consecutivo, el Papa celebrará el tradicional Via Crucis de viernes santo en la Plaza San Pedro y no en el Coliseo Romano, como era habitual.
Además, las celebraciones en la Basílica de San Pedro durante el resto de las jornadas de la Semana Santa se harán también sin público, en cumplimiento de la denominada “zona roja” dispuesta en toda Italia desde el sábado 3 hasta el próximo lunes 5 de abril.