En el marco del Plan Integrar, la Municipalidad de Santa Fe realiza intervenciones en diversos barrios de la capital provincial, con el objetivo de mejorar las condiciones de habitabilidad. En ese sentido, y con la premisa de favorecer la conectividad y la transitabilidad, se concretan trabajos de ripiado y bacheo.
En lo que respecta al ripio, se llevan intervenidas 132 cuadras, de un total de 260, contempladas para la primera etapa, correspondientes a 16 barrios de la ciudad. Además de beneficiar el acceso de los vecinos y las vecinas a esos sectores, se priorizaron aquellas calles por donde circulan las líneas del transporte público o se torna compleja la prestación de servicios básicos.
En ese sentido, se informó que en la ciudad hay 1900 cuadras de calzadas natural. De ese total, un 10% ya posee estabilizado granular y se estima que el porcentaje se duplicará en los próximos meses, a medida que avancen las obras.
De este modo, ya se trabajó sobre 13.232 metros lineales, con un total cercano a las 5 mil toneladas de estabilizado granular. Esto implicó una inversión, sólo en materiales, de $ 7.400.000.
Por otra parte, está programado el avance sobre 70 cuadras ya definidas, que se sumarán a lo concretado. Para esto, existe un stock de estabilizado granular (entre lo que fue entregado y lo que aún resta) suficiente para abarcar 13.000 metros más. Estas tareas se completarán en los próximos siete meses.
Proceso participativo
El gerente de Gestión Urbana del municipio, Matías Pons Estel, indicó que “desde que se inició la gestión, el intendente Emilio Jatón busca asegurar la accesibilidad de todos los vecinos y las vecinas de los diferentes barrios de la ciudad”. Para conseguir ese objetivo, es que “se toman los cuadrantes principales de cada uno de estos barrios para asegurar el acceso, no solamente de los vecinos, sino también de todos los servicios que los barrios necesitan”, explicó.
En ese sentido, destacó que todos los trabajos que se ejecutan en cada uno de los barrios, especialmente en materia de ripiado, “vienen generados a través de un proceso participativo de nuestras redes con los vecinos y vecinas, el cual permite que nuestros referentes territoriales, las redes barriales y los representantes del Estado definan prioridades en cada uno de los barrios. Sabemos que cada uno de estos barrios tiene diferentes necesidades pero es muy importante para nosotros escuchar la palabra del vecino a la hora de determinar cuáles son las obras que se necesitan con mayor celeridad”, agregó Pons Estel.
Al respecto, subrayó la importancia de destacar a los diferentes actores que toman parte de estos procesos de decisión: “Además de los representantes de los vecinos y las vecinas, se incluyen las instituciones públicas, las escuelas, los centro de salud, los clubes y los espacios públicos de uso recreativo o lúdico de cada zona”, dijo, ya que “se trata de tareas que cambian por completo la fisonomía del barrio”.
Los barrios
Entre otros barrios, las obras de ripio se concretaron en Pompeya, donde se lleva adelante un plan de mejoras que incluye calle Larrea, entre avenida Peñaloza y Gobernador Freyre. Los trabajos se extendieron a lo largo de siete cuadras e incluyen estabilizado del terreno y colocación de ripio para facilitar el acceso a la zona.
En Cabaña Leiva, en tanto, se ejecutaron tareas de ripiado en 15 cuadras de penetración que conectan con la avenida Blas Parera. Y se avanzó según lo previsto, en Santa Rita, Scarafía, Los Troncos, Loyola Norte y Sur, Yapeyú y San Agustín II, donde se priorizaron calles como Ceferino Namuncurá, Cibils y Grierson.
En este momento, se ejecutan en Barrio Jardín, en Esmeralda y en 29 de Abril, específicamente en el entorno de las escuelas N° 42 y N° 510. Desde ahí, los equipos se moverán hacia el oeste de la ciudad, específicamente a Villa del Parque y Santa Rosa de Lima, donde ya se preparan las vías de acceso con la apertura de cajas y la nivelación del piso. Una vez finalizados esos trabajos, se avanzará sobre los barrios Roque Sáenz Peña y Arenales, para después volver al norte de la ciudad, puntualmente a Loyola.
Pons Estel reiteró que el ripiado es “un trabajo continuo de la Municipalidad, que está previsto continuar a lo largo de toda la gestión” y al que se suma el mantenimiento necesario para todas las calles de la capital provincial, sean de tierra, de arena o de hormigón