Mientras las escuelas públicas de la provincia inician hoy el dictado de clases luego de dos jornadas de paro, los representantes sindicales de Amsafé (Asociación de Magisterio de Santa Fe) fueron convocados por las autoridades provinciales a una nueva reunión paritaria esta mañana, a las 10, para tratar de destrabar el conflicto que exhibe esta puja salarial. El ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la provincia, Juan Manuel Pusineri, fue quien extendió la citación y destacó “la vocación de diálogo” que mantiene el gobierno que encabeza Omar Perotti, “más allá de las medidas de fuerza dispuestas por el gremio”.
“En este inicio de ciclo, el gobierno provincial siempre demostró tener vocación de diálogo y de resolución de problemas. Y la intención es continuar haciendo lo mismo con todas las entidades sindicales que discuten paritarias en el sector público”, resaltó el funcionario.
En ese marco de negociaciones colectivas, Pusineri puntualizó que “otras organizaciones que aceptaron la oferta del gobierno han planteado diferentes cuestiones para seguir conversando” en relación al caso de Sadop (Sindicato Argentino de Docentes Particulares), que si bien aceptó un aumento del 35 por ciento, objetó los plazos.
Esta reunión arriba después de que los docentes de las escuelas públicas rechazaron con una contundente medida de fuerza de 48 horas la propuesta de incremento del 35 por ciento ofrecida por el gobierno, a pagar de manera escalonada en marzo (18 por ciento), julio (8 por ciento) y septiembre (9 por ciento), con una cláusula de revisión prevista para el mes de octubre.
En este tenso escenario, en este encuentro se definirá si la próxima semana el gremio concreta un nuevo paro de 48 horas, ya aprobado por las bases, o si las autoridades provinciales logran llegar a una situación de acuerdo.
Ante este panorama, la ministra de Educación santafesina, Adriana Cantero, remarcó que la propuesta salarial “es el máximo sacrificio que puede hacer hoy la provincia”. En tanto, los docentes nucleados en Amsafé Rosario y los auxiliares escolares agremiados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) manifestaron sus cuestionamientos al ofrecimiento provincial en un acto frente a la sede local de Gobernación, donde enfatizaron la necesidad de adelantar los plazos.
Además, los maestros solicitaron que la actualización del incremento respecto de la inflación en octubre, sea una cuestión automática, “como un cláusula gatillo”, y no algo que quede abierto a la discusión de múltiples variantes.
También reclamaron el cumplimiento de los concursos adeudados del año anterior, el freno de las destitularizaciones, y las garantías en los establecimientos escolares de “una la presencialidad cuidada” por parte del Ministerio de Educación.
Envueltos en este clima de cruces, agitación y rechazos, los gremios de docentes de escuelas públicas culminaron ayer el paro de 48 horas que establecieron en el inicio del ciclo lectivo, en plena pandemia por el coronavirus, y esta mañana se reunirán con funcionarios para tratar de encontrarle una salida a este conflicto.
Amparo por presencialidad
Ante el amparo presentado por el ex intendente radical, Mario Barletta, para que se garanticen las clases presenciales en la provincia, la Justicia provincial hizo lugar a ese recurso y le corrió vista al Ejecutivo provincial para que responda en cinco días.
La jueza en lo Civil y Comercial de 1ª nominación, Viviana Edit Marín, fue quien aceptó esa solicitud para que queden sin efecto las circulares del Ministerio de Educación sobre el esquema de bimodalidad educativa.
Vale precisar que esas circulares se emitieron luego de las reuniones que se hicieron en el Consejo Federal de Educación para darle forma al presente año escolar. En ese marco, el Ejecutivo provincial deberá responder, en un plazo de cinco días, el amparo presentado por Barletta, y referentes de Juntos por el Cambio.
Barletta aseguró que esas normativas del gobierno provincial “generan y agregan daños psicológicos y físicos a niños y adolescentes”, y resaltó con énfasis que “en el mundo quedó demostrado que la presencialidad es posible. Claramente, no es la escuela un ámbito de contagios”.