El expresidente de Brasil fue inoculado este sábado sin bajarse de su auto en una estación dispuesta por el Gobierno estadual.
El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva recibió este sábado la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus en San Pablo y convocó nuevamente a la población a que se inmunice “para librarse de este monstruo”, en referencia al virus.
El dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), de 75 años, fue inoculado sin bajarse de su auto en una estación dispuesta por el Gobierno estadual que ya declaró la emergencia sanitaria con toque de queda nocturno y cese de actividades presenciales por el aumento de casos.
“Todo lo que la gente quiere es vacunarse para deshacerse de este monstruo llamado coronavirus y por eso el presidente de la República tiene que dejar de ser ignorante; aprender a respetar el sentimiento del pueblo y garantizarle la vacuna a todo el mundo“, dijo el exmandatario, poco después de una inmunización que fue difundida por sus redes sociales.
Lula livre e vacinado!
Foto: Ricardo Stuckert pic.twitter.com/ZMSo5AYqSG
— Lula (@LulaOficial) March 13, 2021
Asimismo, en una conferencia de prensa realizada el miércoles pasado luego de la anulación de sus condenas en la Operación Lava Jato, Lula convocó a la población a vacunarse y a usar tapabocas, pese a “las decisiones imbéciles del Presidente (Jair Bolsonaro) y el Ministro de Salud”, el general Eduardo Pazuello.
San Pablo anticipó para este fin de semana el inicio de la vacunación de las personas mayores de 75 años.
En el estado la situación es tan crítica que también se suspendieron los partidos, inclusive sin público, del campeonato paulista de fútbol, todos los cultos religiosos, el funcionamiento de oficinas y los comercios, además de las clases, aunque se mantendrán abierta las escuelas para apoyo y comedores.
La ocupación de camas de terapia intensiva llegó al 100% en los mayores hospitales de San Pablo y en total el estado tiene una ocupación hospitalaria del 87% cuando el 17 de febrero era del 66%.
La segunda ola con la variante de Manaos puso en colapso a los tres estados del sur -Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná- y ahora San Pablo se encuentra al borde de no tener capacidad para atender a todos.