La Confederación de Asociaciones Rurales repudió los actos de vandalismo en estas empresas.
La provincia de Buenos Aires vive dos situaciones distintas, pero con un punto en común: conflicto gremial. La empresa láctea Mayol permanece bloqueada hace una semana por integrantes del gremio lácteo ATILRA. Por su parte, en Arrebeef, un reclamo salarial y una situación gremial interna obligó a que el frigorífico cierre.
Estas dos situaciones generaron repudio en el sector productivo, ya que son situaciones externas las que no permiten producir. Ante esta situación desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa manifestaron su preocupación y repudio los actos de vandalismo.
Desde CARBAP señalaron que en estos dos casos se manifiesta un estado de indefensión. En este sentido la entidad remarcó que ciudadanos argentinos que invierten, producen y generan puestos de trabajo están indefensos.
“Carne que se pudre en el frigorífico, leche que se tira en la planta láctea, dueños de la planta presos en su propio establecimiento por no poder salir del mismo por instancia de los sindicalistas del gremio lechero, la fiscal que no identifica a los culpables, y un juez que no actúa”, remarcaron.
Por otra parte, destacaron la falta de diálogo para resolver estos problemas gremiales y la lentitud de la justicia para resolver estos conflictos. También señalaron que hay ausencia del Estado y sus ministros para dirimir estas situaciones.
“Instamos al Gobierno a generar las acciones necesarias para asegurar el libre tránsito y comercio, y articular los mecanismos que aseguren el mantenimiento de las fuentes de producción y el trabajo, tan necesarias para recomponer el tejido social argentino tras la pandemia que estamos atravesando”, concluyeron desde la entidad.