El estadio José Amalfitani fue allanado en búsqueda de documentación, luego de que Vélez Sarsfield y sus autoridades quedaran en el centro de la polémica por una fiesta que se realizó en la noche del miércoles en el Polideportivo de la entidad de Liniers.
El evento, que fue organizado presumiblemente por un grupo de la barra brava velezana, se dio en simultáneo con el partido que el equipo del DT Mauricio Pellegrino disputó y perdió con Banfield (2-3) en San Juan, por un lugar en la edición 2022 de la Copa Sudamericana.
De acuerdo a los testimonios de testigos y allegados a la institución cerca de “mil personas” habrían participado de este festejo en el que se incumplieron “los protocolos sanitarios” en el marco de la pandemia del coronavirus.
La fiscal Celsa Ramírez imputó al presidente de la entidad, Sergio Rapisarda, y al jefe de seguridad, Eduardo Capuchetti, por distintas contravenciones.
A los directivos se los responsabiliza por no haber acatado los artículos 129 (desvirtuación del rubro), 205 (propagación de pandemia) y 239 (desobediencia) del Código Contravencional.
Por el desarrollo de la fiesta, el club recibiría la clausura del Polideportivo, aunque no del estadio José Amalfitani, que quedará habilitado para albergar normalmente el partido que Vélez sostendrá este domingo, a las 18.30, con Unión, por la fecha 8, zona B, de la Copa de la Liga Profesional (LPF) de fútbol.